En su informe mensual publicado este martes, este organismo dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mantuvo que en la demanda en el año en curso subirá en 900.000 barriles diarios, mientras que para 2025 estableció que crecerá en casi un millón de barriles.
Los datos están lejos del crecimiento de 2 millones de barriles diarios que se registraban en el periodo posterior a la pandemia, en 2022 y 2023.
China está en el origen de este enfriamiento de la demanda, puesto que esta provendrá en un 20 % de ese país, frente al 70 % del año pasado, señaló la AIE.
En cuanto a la oferta, la Agencia indicó que el suministro se desplomó en 640.000 barriles diarios, para situarse en los 102,8 millones de barriles.
La contracción de la oferta reposa en la inestabilidad política de Libia, que interrumpió la producción y las exportaciones, señaló.
También se vio afectada por las obras de mantenimiento de ciertos campos petrolíferos de Kazajistán y Noruega, que obligó reducir la producción de esos dos países.
En paralelo, fuera de los países que conforman el cártel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se registró un incremento de la producción de alrededor de 1,5 millones de barriles diarios, esencialmente procedentes de América, desde el que salió el 80 % de este incremento.
"Los márgenes de refinación cayeron aún más en septiembre a medida que los precios de la gasolina, los aviones y el diésel se deterioraron, mientras que los precios del crudo mejoraron en un mercado relativamente más ajustado", agregó.
La AIE también ajustó su previsión de consumo de crudo para este año y el siguiente. En 2024 prevé que se consuman 82,8 millones de barriles diarios y 83,4 millones el año siguiente.
También registró una caída de 22,3 millones de barriles del inventario mundial registrado, esencialmente por la caída de 165 millones de barriles de las existencias de crudo.
La actividad de refinados "relativamente sólida" y los recortes de suministro de la OPEP provocaron una caída de 135 millones de barriles de las existencias de crudo desde mayo, mientras que las existencias de producto aumentaron en 35 millones de barriles en ese mismo periodo.
Los precios del Brent subieron 8 dólares por barril a principios de octubre, en un contexto de expectativa a causa de la situación en Oriente Medio y de la tensión creciente entre Israel e Irán.
También contribuyó al encarecimiento el posicionamiento bursátil de ciertos inversores.
Los precios habían caído en septiembre a precios mínimos desde hacía años, a causa de la perspectiva de un mercado ampliamente abastecido en 2025.