El suceso ocurrió alrededor de las 08:00 hora local (00:00 GMT) del lunes, cuando la Guardia Costera de Taiwán (CGA) detectó dos embarcaciones de la Guardia Costera china (CCG) navegando al oeste de la isla de Nangan y a otros dos transitando por el noroeste de la isla Dongyin, ambas controladas por Taiwán y ubicadas a escasos kilómetros del sureste de China, señaló la parte taiwanesa en un comunicado.
Las cuatro embarcaciones se encontraban a una distancia de 3,2 millas náuticas (unos 5,9 kilómetros) de las islas taiwanesas e “invadieron las aguas de las Matsu” para cooperar con el Ejército chino en sus maniobras militares, denominadas Joint Sword-2024B (“espada unida”, en inglés).
El destacamento de la Guardia Costera de Taiwán en Kinmen y Penghu “movilizó de inmediato” a sus barcos patrulleros “para monitorear y expulsar a las embarcaciones” chinas, de acuerdo al comunicado de la CGA, que no precisó a qué hora exacta los buques chinos abandonaron la zona.
La autoridad marítima taiwanesa indicó que, en lo que va de año, las embarcaciones de la Guardia Costera china han incursionado 44 veces en los archipiélagos periféricos de Taiwán, lo que “no beneficia los intercambios equitativos entre ambos lados del Estrecho”.
“La Guardia Costera reitera su firme determinación de defender la soberanía, manteniendo los principios de no provocación, no conflicto, no evasión y no debilidad. Continuará aplicando la ley con firmeza para salvaguardar la seguridad y el orden en nuestras aguas y proteger los derechos marítimos del país”, subrayó la CGA, que esta mañana puso en marcha un grupo de trabajo especial para responder a las actividades marítimas de China.
Esta nueva oleada de maniobras militares implican a los ejércitos de tierra, mar, aire y cohetes, y son similares a las que China realizó en mayo pasado, también en el estrecho de Taiwán y en torno al territorio autogobernado cuya soberanía reclama Pekín.
El Gobierno chino advirtió entonces que volvería a “tomar contramedidas” contra Taiwán si “las fuerzas secesionistas que buscan la independencia siguen provocando”, y hasta que se lograse la “reunificación completa” del país.
La de hoy es la quinta vez en que China recurre a este tipo de maniobras desde 2022, cuando llevó a cabo las primeras de este calibre en respuesta a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, que enfureció a Pekín y elevó la tensión en el Estrecho a límites inéditos en décadas.