"Nos oponemos a cualquier acción unilateral que cambie el 'statu quo' por la fuerza o la coacción", dijo un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), en un comunicado.
El portavoz señaló que las actividades militares de China "incrementan aún más" las tensiones en el estrecho y resaltó la "importancia estratégica" de mantener la paz y la seguridad en la zona para la seguridad y prosperidad global y regional.
En este sentido, pidió a todas las partes que eviten la escalada y que resuelvan las disputas a través del diálogo.
Estos nuevos ejercicios, similares a los que China realizó en mayo pasado en el estrecho de Taiwán y en torno al territorio autogobernado, cuya soberanía reclama Pekín, son un "castigo" a los "actos separatistas relativos a la independencia" de la isla.
China aludía así a las últimas declaraciones del presidente taiwanés, el soberanista William Lai, que manifestó la semana pasada con motivo del Día Nacional de la República de China (nombre oficial de Taiwán) que la República Popular China "no tiene derecho a representar" a la isla, a la que definió como una tierra de "libertad" y "democracia".
La de hoy es la quinta vez en que China recurre a este tipo de maniobras desde 2022, cuando llevó a cabo las primeras de este calibre en respuesta a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, que enfureció a Pekín y elevó la tensión en el Estrecho a límites inéditos en décadas.