Los bombardeos israelíes en la última jornada golpearon de norte a sur el enclave y dejaron también más de 200 heridos, lo que eleva la cifra total a 97.590, de acuerdo con el ministerio palestino.
Además, se estima que unas 10.000 personas siguen bajo los escombros, de donde los equipos de Defensa Civil y de emergencias no pueden recuperar los cuerpos por la intensidad de los ataques.
Dos de los puntos más bombardeados esta pasada noche fueron los campos de refugiados de Bureij y Nuseirat, en el centro de la Franja, que dejaron a casi una treintena de muertos.
En Yabalia, norte del enclave, fuentes palestinas describieron a EFE la presencia de tanques israelíes avanzando hacia el centro de esta urbe, después de que ayer el portavoz castrense en árabe, Avichay Adraee, urgiera a evacuar a todos los habitantes restantes de Beit Hanoun, Yabalia y Beit Lahia.
Ya el domingo, el Ejército anunció que esta nueva incursión en Yabalia trata de evitar la presencia de milicianos, así como su capacidad para reagruparse, destruyendo "sistemáticamente infraestructura terrorista".
Mohammed Salha, director en funciones del dos veces asediado hospital Al Awda de Yabalia, explica a EFE que la llegada de los heridos no ha cesado en estos últimos días y que la situación del centro es cada vez más precaria.
"Nuestro equipo hace cada día mas de 15 operaciones, ayer hicimos 16", detalla Salha, "el ejército de ocupación israelí nos advierte y pide que evacuemos el hospital, pero no vamos a evacuar nuestro hospital porque estamos dando servicios a la gente; hasta ahora tenemos muchos pacientes en nuestros departamentos y no podemos abandonarlos".
En Rafah, en el extremo sur de la Franja, un dron israelí atacó una reunión de ciudadanos en un punto de recogida de agua causando ocho muertos, informaron fuentes médicas del Hospital Europeo de Gaza.