Desde Nueva Zelanda a Europa, el sábado discurre con manifestantes pacíficas pidiendo el final de los bombardeos en Gaza y Cisjordania y el final de la campaña contra los palestinos que lleva a cabo el Gobierno israelí, si bien en Roma al menos 24 policías y tres manifestantes han resultado heridos y cinco personas han sido arrestadas en disturbios sofocados por las fuerzas del orden.
La concentración en la plaza Ostiense de Roma a favor de Palestina derivó en fuertes enfrentamientos entre una parte de los manifestantes y la Policía, que respondió con porrazos y lanzamiento de gas para evitar que superaran el área permitida.
La protesta congregó a unas 7.000 personas dentro de la Plaza Ostiense, después de que la Jefatura de Policía prohibiera una marcha alegando "motivos de seguridad pública" y porque consideraba que su proximidad con el 7 de octubre podría acabar en "expresiones de celebración de la matanza perpetrada en Israel" por Hamás.
En Madrid miles de personas se manifestaron pidiendo al Gobierno español que presione al Ejecutivo israelí para que ponga fin a la guerra en Oriente Medio y al “genocidio” en Gaza.
En declaraciones a los medios de comunicación, los portavoces de la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), organizadora de la marcha, señalaron que las movilizaciones, que se han replicado en varias ciudades españolas, son un “toque de atención” al Gobierno.
En París también miles de manifestantes pidieron un boicot internacional a Israel por los ataques del Estado hebreo en la Franja de Gaza y en el Líbano en una protesta que transcurrió desde la plaza de La República hasta la de Clichy y en la que participaron también representantes políticos, como el líder de la izquierda radical de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon.
Mélenchon ha pedido a los estudiantes que "pongan banderas palestinas" en las universidades a partir del martes 8 de octubre -un día después del primer aniversario de los sangrientos ataques de Hamás en territorio israelí- en respuesta a una orden ministerial para restringir símbolos de la causa palestina.
En Londres unas 200 personas se congregaron en el centro de la ciudad portando banderas palestinas y carteles con los que piden un alto el fuego en el Líbano.
Los activistas marcharon al grito de "Palestina libre" desde la céntrica plaza de Bedford hacia el área de la plaza Russell, próxima al Museo Británico, portando banderas iraníes y pancartas con consignas como "no apoyamos el genocidio" y "el sionismo es racismo".
"Vergüenza para aquellos que apartaron la mirada del sádico genocidio de niños, principalmente en Gaza y Cisjordania", se podía leer en otros carteles.
De Oceanía a África
En Ciudad del Cano varios miles de personas marcharon hacia el Parlamento nacional portando kufiyas -el tradicional pañuelo palestino- y banderas y al grito de "Palestina será libre" en una multitudinaria protesta convocada por la plataforma Campaña de Solidaridad con Palestina (PSC).
En Johannesburgo, unas 2.000 personas protestaron por la libertad de los pueblos palestino y libanés, y a favor del fin de la guerra frente a la Embajada de Estados Unidos.
El Gobierno sudafricano es un firme defensor de la causa palestina y el Congreso Nacional Africano (CNA), partido de Nelson Mandela y del actual presidente del país, Cyril Ramaphosa, a menudo la ha vinculado con su propia lucha contra el régimen segregacionista del apartheid (1948-1994).
De hecho, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) procesa un caso presentado por Sudáfrica contra Israel por presunta violación de la Convención sobre el Genocidio durante sus operaciones militares en la Franja de Gaza.
En Nueva Zelanda también comenzaron las actividades de protesta. El grupo Red de Solidaridad con Palestina en Aotearoa (Nueva Zelanda) afirmó que hay decenas de actos que incluyen una marcha organizada el domingo entre el monumento a los caídos Pukeahu y la plaza Odlins en Wellington.
En Australia también habrá actos a favor de Palestina, incluida una marcha el domingo en Sídney y una vigilia el lunes, a pesar de los intentos del Gobierno para frenar las convocatorias.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, dijo que convocar un acto propalestino el día 7, en el que más de 1.200 personas murieron a manos de militantes de Hamás, sería una "provocación increíble" y causa de "gran angustia".
Sin embargo, un tribunal permitió el jueves a los organizadores celebrar la marcha el domingo y la vigilia el lunes en Sídney.
En Bangkok, decenas de manifestantes tailandeses y extranjeros protestaron gritando consignas como "Bombardear niños no es defensa propia" y reclamando la libertad de Palestina.
En Manila se registraron enfrentamientos entre la Policía y manifestantes que protestaban contra Estados Unidos e Israel y a favor de los palestinos.
La Asociación de Amistad Filipinas-Palestina indicó en su página de Facebook que el plan de hoy incluía una marcha desde el parque Luneta hasta la Embajada de Estados Unidos en Manila, donde las autoridades elevaron los dispositivos de seguridad.