Su presidenta, Abir Alame, destacó además que al menos nueve hospitales del país han sido atacados desde la escalada del conflicto entre Israel y el grupo chií Hizbulá en las últimas dos semanas.
"Tanto las instituciones sanitarias como las ambulancias y el personal sanitario están en el punto de mira", advirtió Alame en una rueda de prensa organizada por la Asociación de Corresponsales Acreditados ante Naciones Unidas en Ginebra (Acanu).
La representante, en conexión telemática desde Líbano, añadió que el sistema sanitario del país ya se encontraba “gravemente debilitado” desde antes de la escalada del conflicto, con más de 3.500 enfermeras que han emigrado del país desde 2019, cuando éste se sumió en una profunda crisis socioeconómica que se vio exacerbada por la covid-19 y la explosión del puerto de Beirut en 2020.
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Para hacer frente a la situación actual, el Consejo Libanés de Enfermería ha reclutado a más de 700 enfermeras voluntarias, muchas de ellas ya jubiladas, y ha desplegado una campaña de refuerzo sanitario, especialmente en el sur del país, donde se concentra la ofensiva israelí.
Sin embargo, advierten, a pesar de este apoyo, las enfermeras aseguran estar "desbordadas" debido al creciente número de heridos en el país, que ya asciende a más de 9.000 tras la escalada del conflicto.
En la misma rueda de prensa, el director ejecutivo del Consejo Internacional de Enfermería (ICN), Howard Catton, alertó de que la situación del gremio “no sólo es alarmante en Líbano”, sino también en otras zonas de la región.
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En total, el ICN -al que está asociado el consejo libanés- estima que más de 1.100 enfermeras y trabajadores sanitarios han muerto en zonas de conflicto en todo el mundo desde 2022, casi la mitad de éstos sólo en los Territorios Palestinos Ocupados.
Estas cifras, aseguró Catton, reflejan una "normalización" de los ataques contra centros y personal sanitarios en zonas de conflicto, lo que está provocando una pérdida de confianza en el derecho internacional humanitario por parte de las enfermeras y el personal sanitario.
Por ello, pidió el fortalecimiento de las funciones de organismos internacionales como la ONU y la Corte Penal Internacional, los cuales, aseguró, tienen el poder de garantizar el cumplimiento del derecho internacional y proteger así a los trabajadores sanitarios.
“Cuando las enfermeras y los trabajadores sanitarios no están protegidos, están pagando parte del alto precio del fracaso político a la hora de mantener y restablecer la paz”, concluyó Catton.