Según el Ministerio de Salud Pública del Líbano, especialistas aún "continúan trabajando para completar las pruebas ADN para identificar los restos que fueron retirados del lugar del ataque y, en consecuencia, quedará claro el recuento final de las víctimas del ataque agresivo", que tuvo como objetivo la céntrica zona de Al Bashura.
Por su parte, la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) informó de que el ataque destruyó un centro de la Autoridad Sanitaria Islámica, una organización vinculada a Hizbulá que se encarga de ofrecer atención y servicios sanitarios, y en el que fueron utilizadas "bombas de fósforo prohibidas internacionalmente".
Este es el segundo ataque que Israel realiza contra la ciudad de Beirut, después de que el lunes efectuara un bombardeo selectivo contra un apartamento en el barrio de Cola, en el sur de la capital, en el que murieron tres miembros del Frente Popular para la Liberación Palestina.
Sin embargo, el Ejército israelí bombardea casi a diario los suburbios en el sur de Beirut conocidos como el Dahye, un importante bastión de Hizbulá en la capital libanesa donde hace una semana fue asesinado el líder de la formación armada, Hasán Nasrala, en un bombardeo masivo que retumbó por toda la capital.
De hecho, anoche el portavoz de Ejército israelí para los medios árabes, Avichay Adraee, pidió a los habitantes del Dahye que se alejaran a una distancia no mínima a los 500 metros de los objetivos que iban a bombardear en varios puntos del extrarradio.
Desde el comienzo de las hostilidades, los ataques de Israel han matado a casi 2.000 personas y han obligado a 1,2 millones a abandonar sus hogares, principalmente en el sur y el este del país mediterráneo.
Israel y Hizbulá llevan enfrentados desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza en octubre de 2023, pero la violencia aumentó a un nivel sin precedentes desde 2006 hace dos semanas, cuando las fuerzas israelíes iniciaron una campaña de bombardeos masiva que ha arrasado localidades y pueblos enteros.