"Ahora no se puede menospreciar el peligro de una confrontación militar directa entre potencias nucleares. Lo que ocurre no tiene análogo en la historia", dijo Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso, en rueda de prensa.
El diplomático ruso, cuyas declaraciones coincidieron con la primera visita a Ucrania del nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dijo que el mundo avanza "por un territorio político y político-militar inexplorado".
"Nuestros adversarios no pueden tener derecho al error, ya que el precio de ese error puede ser una catástrofe", señaló, en alusión a la posible autorización para que Ucrania emplee los misiles de largo alcance occidentales contra objetivos en territorio ruso.
Riabkov resaltó que "nadie debe albergar ninguna duda de que nosotros actuamos con confianza y de manera absolutamente irreprochable".
"La cuestión es si las personas en la otra parte son capaces de valorar con sensatez las consecuencias de su conducta", añadió.
Recordó que la Crisis de los Misiles, que tuvo lugar entre Estados Unidos y la Unión Soviética en octubre de 1962, fue "cuando la humanidad se encontró al borde del comienzo de una guerra nuclear y literalmente estuvo a horas de una decisión que podría haber cambiado todo el curso de la historia de la civilización".
A su vez, aseguró que Rusia se opone "categóricamente" a unas futuras negociaciones estratégicas con Estados Unidos -para la firma de un nuevo tratado de desarme START- "sin condiciones previas".
"Esa es una fórmula falsa que oculta el deseo de extraer del contexto internacional general solo lo que le conviene a la parte estadounidense, mientras el resto se queda fuera", dijo.
En el plano estratégico Rusia exige tener en cuenta aspectos de seguridad como el hecho de que Ucrania no puede ser en ningún caso miembro de la OTAN.
El Kremlin aseguró esta semana que no espera "nada nuevo" del secretario general de la OTAN, que ha marcado la asistencia militar a Ucrania como una de sus prioridades.
El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió a Occidente de que si da luz verde al uso de misiles de largo alcance, significará que la OTAN "estará en guerra con Rusia".
Seguidamente, Putin aprobó una nueva doctrina nuclear que contempla respuestas nucleares a ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia o Bielorrusia, país que acoge también armas nucleares tácticas.