Ishiba mantuvo su primera reunión con el responsable del Banco de Japón (BoJ) desde su nombramiento en la víspera como jefe del Ejecutivo por parte de la Dieta (Parlamento) de Japón, tras imponerse en las primarias de su partido la semana pasada.
El nuevo primer ministro de Japón se mostró dispuesto a cooperar con la entidad con vistas a lograr "una salida de la deflación" y destacó la necesidad de mantener las medidas económicas que aplicaba su predecesor, Fumio Kishida, centradas en promover las subidas salariales y mitigar el impacto de las subidas de precios en los consumidores.
"Me gustaría lograr que la economía de Japón sea fuerte y promover la inversión", dijo en declaraciones a los medios Ishiba tras la reunión.
"Por ello, seguiremos haciendo todos los esfuerzos en política económica y financiera", añadió Ishiba.
Ueda, por su parte, explicó al nuevo mandatario la estrategia de política monetaria ultraflexible que aplica la entidad con vistas a lograr una inflación sostenida del 2 %, y señaló que el BoJ "considerará con cautela la situación económica y de precios" antes de aplicar una nueva subida de tipos en Japón.
Preguntado por los periodistas sobre si era partidario de volver a subir los tipos a corto plazo, Ishiba dijo que "no ve que el ambiente sea adecuado" para llevar a cabo un nuevo incremento de tasas tras los aplicados por el BoJ los pasados meses de marzo y de julio, hasta situar los tipos de referencia actualmente en el 0,25 %.
Ueda e Ishiba también señalaron que continuarán vigilando de cerca la evolución de los mercados financieros y de divisas.
La llegada de Ishiba al poder fue acogida con frialdad en la Bolsa de Tokio, que el pasado lunes cayó alrededor de un 5 %. El martes el índice referencial Nikkei rebotó más de un 2 %, y este miércoles volvió a caer en un porcentaje parecido debido a la escalada de las tensiones en Oriente Medio.
Aunque Ishiba ha afirmado que será continuista en su política económica respecto al Ejecutivo que lideraba Kishida, los analistas señalan su ambigüedad en cuanto a la estrategia monetaria y fiscal y su propuesta de subir impuestos sobre las ganancias de capital como los factores que peor han sentado a los inversores.