Unos 570 bomberos con 160 camiones, 6 helicópteros y 4 aviones cisterna luchan por contener las llamas que ya han quemado más de 6.400 hectáreas, según el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, Copernicus.
"No hay un frente activo, sino focos dispersos y hoy han amainado los vientos, aunque siempre acecha el peligro que se reaviven las llamas", dijo a EFE un portavoz de los Bomberos.
El incendio se declaró el pasado domingo cerca del pueblo de Rozena, en la costa norte de la península del Peloponeso (sur) y, atizado por fuertes vientos se expandió hacia el sur y el este, con un frente que llegó a sobrepasar los 30 kilómetros.
Unas 13 localidades, con más de 2.000 personas, tuvieron que ser evacuadas preventivamente, mientras que también se han quemado varias casas dispersas situadas a los alrededores de los pueblos.
El lunes, el denso humo del incendio llegó hasta Atenas, donde cubrió el cielo y tapó el sol.
Las autoridades hallaron ese mismo día dos cadáveres carbonizados frente a un corral cerca del pueblo de Ellinikó.
Las víctimas son dos hombres del contiguo pueblo de Ano Pitsá, de 35 y 40 años, que en la tarde del domingo habían decidido acudir en sus motocicletas a Ellinikó para ayudar en las tareas de extinción, tras lo cual se perdió su rastro.
Las escuelas del municipio de Xylokastro-Evrostini, la zona afectada, permanecen hoy cerradas por segundo día consecutivo.
"Si nos preguntan si a finales de septiembre, principios de octubre esperábamos que tuviéramos un incendio tan difícil, les decimos que obviamente no", señaló la víspera el ministro de Protección Civil, Vasilis Kikilias.
Pavlos Marinakis, portavoz del Gobierno del primer ministro conservador, Kyriakos Mitsotakis, señaló en una rueda de prensa que el acceso de los camiones de los Bomberos a la zona era muy dificil "debido a la estrechez de las carreteras".
El principal partido de oposición, el izquierdista Syriza, acusó al Ejecutivo de no estar preparado una vez más para hacer frente a los incendios en el país.
En agosto un incendio forestal que arrasó más de 10.000 hectáreas alcanzó las afueras de Atenas provocando la evacuación de las zonas urbanas de Jalandri y Vrisilia y causando la muerte de una mujer, cuyo cadáver carbonizado fue hallado dentro de una empresa en esta última zona.