"El proyecto de acuerdo está prácticamente acordado. Hemos celebrado una serie de consultas con el Ministerio de Exteriores de Rusia, teniendo en cuenta la opinión de todos los departamentos militares interesados, así como de los departamentos responsables de las cuestiones de seguridad", dijo Rizhenkov a la cadena RTVI.
El diplomático recordó que Bielorrusia ha desplegado en su territorio armas nucleares rusas.
"Todos nuestros vecinos lo saben. Están enseñando músculo en la frontera con Bielorrusia, pero no dan un paso adelante", afirmó.
La Unión Estatal entre Rusia y Bielorrusia fue creada en diciembre de 1999.
El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, advirtió el viernes, tras la presentación de la nueva doctrina nuclear rusa, que Moscú recurrirá a las armas nucleares si la OTAN ataca el territorio de la antigua república soviética.
"Tan pronto como ellos nos ataquen, ese decir la OTAN, los americanos y los polacos (...), nosotros utilizaremos las armas nucleares. Y Rusia acudirá en nuestra ayuda", dijo Lukashenko.
Subrayó que un agresión a Bielorrusia significará "la Tercera Guerra Mundial" y añadió que la nueva doctrina lo confirma.
La inclusión de Bielorrusia, el principal aliado de Putin en su campaña militar en Ucrania, es una de las novedades de la doctrina nuclear anunciada este miércoles por el líder ruso.
"Nos reservamos el derecho de utilizar armas nucleares en caso de agresión en contra de Rusia y Bielorrusia como miembro de la Unión Estatal (...) Incluido si el adversario utiliza armamento convencional y crea una amenaza vital para nuestra soberanía", aseguró.
Putin precisó que dicho punto ya había sido consensuado con su colega bielorruso, al que respaldó firmemente durante las multitudinarias protestas postelectorales de 2020.
Putin anunció a mediados de 2023 el despliegue de armas nucleares tácticas en territorio de Bielorrusia como medida de disuasión ante el avance de la OTAN.
En mayo pasado Lukashenko promulgó una ley que suspende la participación del país en el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), de forma que dejó de informar a sus firmantes sobre el armamento convencional en su territorio y tampoco permitirá visitas de inspección.