“El mayor desastre ambiental que ha vivido el departamento de Santa Cruz es en esta gestión, son más de 7 millones de hectáreas que han sido devastadas”, sostuvo en rueda de prensa el coordinador del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), Jhonny Rojas.
La cifra reportada en Santa Cruz supera los más de 5,3 millones de hectáreas consumidas por los incendios a nivel nacional en 2019, que fue hasta ahora el año con más afectaciones por el fuego.
Rojas lamentó que “siguen y persisten” los incendios en esa región, que es el motor económico de Bolivia, y aseguró que el Gobierno departamental “ha movilizado toda su maquinaria, toda su logística, todo el equipamiento y el personal humano para poder combatir” el fuego.
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El funcionario recordó que el gobernador en funciones, Mario Aguilera, solicitó hace unos días al Gobierno del presidente Luis Arce que declare “desastre nacional” por los incendios al considerar que son necesarios más recursos y ayuda internacional.
“El trabajo es incansable de diferentes bomberos, brigadas, de la gente que ha venido de otros países a apoyarnos, pero necesitamos más ayuda internacional y necesitamos también el apoyo de toda la población”, remarcó Rojas.
Millones de hectáreas arrasadas y persisten incendios activos
Santa Cruz registra 45 incendios activos en 17 municipios y reporta unas 4.111 familias afectadas, además de 1.000 personas desplazadas a causa del fuego, según datos de la Gobernación.
Una de las áreas más afectadas en ese departamento es la Chiquitania, una zona de transición entre el Chaco y la Amazonía con espacios naturales y de uso agrario y que además acoge las misiones jesuíticas declaradas patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco.
En la víspera se reportaron lluvias en algunas zonas de Santa Cruz que, según Rojas, “ha ayudado a sofocar y enfriar”, pero por ahora no se puede hablar de “liquidación” del fuego por completo y los bomberos “siguen trabajando en el monitoreo y rastrilleo de estos incendios forestales”.
Los incendios son un problema recurrente en Bolivia en esta época del año y el fuego se atribuye en muchos casos a los ‘chaqueos’, las quemas controladas para habilitar las tierras para la siembra o el pastoreo.
Millones de hectáreas arrasadas en una “emergencia nacional”
Indígenas y ambientalistas han pedido varias veces que el Gobierno anule las ‘leyes incendiarias’, las normas que desde hace algunos años autorizan los ‘chaqueos’.
A principios de mes, el Gobierno boliviano declaró la “emergencia nacional” para facilitar la coordinación interna y la llegada de la ayuda internacional para combatir el fuego.
Bolivia ha recibido apoyo de países como España, Brasil, Chile, Francia, Canadá y Venezuela, entre otros, que han enviado bomberos, expertos, aeronaves y equipos para combatir el fuego.