Liana Badr, escritora palestina: “Es muy doloroso abrir los medios y ver esta matanza”

Madrid, 24 sep (EFE).- En medio de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, la escritora, poeta y cineasta palestina Liana Badr, afincada en Ramala, destaca la urgente necesidad de dar voz a su pueblo, especialmente a las mujeres palestinas, cuyas vidas están marcadas por la ocupación israelí y la lucha diaria por la libertad y la dignidad.

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“Es muy doloroso abrir los medios y ver todo el sufrimiento y toda esta matanza en Gaza”, comenta en una entrevista con EFE durante su visita a Madrid para inaugurar un ciclo de conferencias en Casa Árabe.

“Lo que pretenden hacer es dejar Gaza sin gente para confiscar tierras y usarlas para hacerse más ricos porque son codiciosos, solo piensan en el dinero. Este es el tiempo del nuevo liberalismo. Son colonialistas e imperialistas”, asevera la escritora, que enmarca su crítica dentro de un contexto más amplio de ocupación y explotación que ha definido la historia de Palestina desde 1948.

Nacida en Jerusalén en 1950 y criada en Jericó, Badr recuerda con nostalgia una infancia en la que la ocupación no formaba parte de su realidad. Sin embargo, la guerra de los Seis Días en 1967 marcó un antes y un después en su vida.

“Sentí, como toda mi generación en ese momento, frustración e incredulidad. No aceptábamos que en pocos días los israelíes ocuparan los Altos del Golán”, expresa Badr.

Este trágico suceso se convirtió en el catalizador que la llevó a explorar, a través del arte, su identidad y la realidad de su pueblo en medio del desarraigo.

Durante 27 años, Badr vivió fuera de Palestina, un período que la transformó en refugiada. “Al convertirme en refugiada, me di cuenta de que no tenía el lenguaje para expresarme. El árabe clásico ya no reflejaba mi realidad”, confiesa.

Esta falta de conexión con el idioma la impulsó a buscar nuevas formas de escritura que pudieran capturar la experiencia de su pueblo, especialmente la de las mujeres en los campamentos de refugiados.

“Cuando leía muchos textos escritos por hombres, noté que tenían un tono monótono. Pero entre las mujeres había un espectro de voces coloridas y con matices. Comencé a aprender mucho de ellas, sobre la tradición palestina, refranes, cuentos y diálogos informales”, explica.

La escritura, una forma de resistencia

Badr resalta la importancia de la escritura como forma de resistencia: “La escritura es una forma de pensamiento. Cuando escribes, reflexionas sobre las palabras y con el tiempo, comprendes el significado de las palabras y cómo su peso puede llevarte en la dirección que deseas”, explica.

Y añade que su importancia radica en que “cuando publicas un libro, abres la profundidad de la mente de las personas; pueden ver las cosas en más dimensiones”.

Esta concepción de la escritura como un vehículo de resistencia resuena en su obra, que busca desafiar las narrativas dominantes y ofrecer una perspectiva auténtica de la realidad palestina, destacando la fortaleza de las mujeres que enfrentan el exilio o la ocupación mientras defienden su tierra y su hogar.

Su obra incluye títulos significativos como ‘A Compass for the Sunflower’ (1989), ‘A Balcony over the Fakihani’ (1993), ‘The Stars of Jericho’ (1993), ‘The Eye of the Mirror’ (1994). También ha sido reconocida con un homenaje en el Festival Internacional de Cine de El Cairo en 2000 por su obra ‘Fadwa: Una historia de una poetisa palestina’.

A pesar de los desafíos que persisten, Badr se muestra esperanzada respecto al futuro literario de Palestina y la región.

“Hay una nueva generación de escritoras árabes que está emergiendo y que aporta frescura a la narrativa palestina. Sin embargo, siento que aún hay una falta de recursos que enseñen a estas nuevas voces cómo escribir. No se trata solo de escribir cualquier cosa; escribir una novela requiere sensibilidad y habilidad, es alta tecnología”, reflexiona.

No obstante, reconoce que mantener la perseverancia y encontrar tiempo para escribir en medio de un conflicto armado constante es un desafío monumental.

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