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El aumento de los tipos por parte del Banco, que es autónomo, también es el primero bajo el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha criticado el nivel elevado del precio del dinero. Entre los miembros del Comité de Política Monetaria que votaron a favor del incremento está Gabriel Galípolo, un economista próximo a Lula y que es su candidato a presidir el Banco Central a partir de enero.
El acta informó de que todos los miembros del Comité de Política Monetaria de la institución estuvieron de acuerdo en “iniciar gradualmente un ciclo de contracción”, aunque no aclaró cuál será el ritmo o la magnitud de los ajustes debido “a la incertidumbre imperante”.
Esta nueva fase se justifica, según el Banco, por las presiones en el mercado de trabajo, la fortaleza de la economía y la elevación de las proyecciones de inflación, que se sitúan encima de la meta central del 3% anual.
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Entre los riesgos apuntados por la institución está el aumento del gasto público, que tiene " impactos relevantes " sobre los precios, por lo que reclamó una " política fiscal creíble " que refuerce el compromiso con las reglas que limitan el gasto.
Además, advirtió de un escenario “desafiante” en el exterior, marcado por un “punto de inflexión” en la economía de Estados Unidos, con la previsión de que empiece una “desaceleración gradual”.
Ajustes en las tasas
En el acta, el Banco afirmó que los futuros ajustes en la tasa de interés estarán dictados por “el firme compromiso de convergencia de la inflación con la meta” lo que dependerá de la evolución de los precios y de las proyecciones.
La institución aumentó la semana pasada en 0,25 puntos porcentuales la tasa de interés hasta colocarla en el 10,75% anual, la primera subida desde agosto de 2022.
El alza es un vuelco en la política monetaria, después de dos reuniones seguidas en las que había decidido no hacer modificaciones y mantenerla en 10,50%.
Antes de eso la institución había recortado siete veces consecutivas la tasa, que llegó a estar en el 13,75%.