Los miles de movilizados pertenecientes al ala 'evista' o fiel a Evo Morales en el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) concluyeron la caminata iniciada hace una semana en la localidad rural de Caracollo con un mitin en La Paz, en el que lanzaron consignas contra el Gobierno de Luis Arce, del que el exgobernante está distanciado.
Uno de los oradores fue el dirigente campesino Ponciano Santos, quien reiteró las críticas a la escasez de combustibles y dólares y el encarecimiento de algunos productos básicos y sostuvo que "si este Gobierno es incapaz, debería dar un paso al costado".
Santos dio siete días a Arce y al vicepresidente David Choquehuanca para atender sus demandas y también emplazó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a aprobar el congreso realizado en 2023 en el Trópico de Cochabamba, el bastión sindical y político de Morales en el centro del país.
"Si no está aprobado en siete días, el 30 de septiembre (habrá un) bloqueo nacional para que se vaya este Gobierno", sentenció Santos, aunque los movilizados pidieron a gritos que el plazo sea de "24 horas".
En el citado congreso, realizado en ausencia de Arce y Choquehuanca, los sectores afines a Morales lo ratificaron como presidente del MAS y le proclamaron "candidato único" para las elecciones de 2025.
Por su parte, el exgobernante dio 24 horas a Arce para cambiar a sus ministros "si quiere seguir gobernando".
El mitin se realizó en un puente al inicio de la autopista que une a La Paz con la ciudad vecina de El Alto, a donde llegó la marcha de 187 kilómetros que comenzó el pasado martes en la región andina de Oruro.
Morales se fue del lugar tan pronto terminó de hablar, mientras que no se informó si los demás marchistas permanecerán en La Paz o volverán a sus regiones.
Mientras tanto, centenares de 'arcistas' o seguidores del presidente Arce se concentraron para "defender" al Gobierno en la plaza Murillo, el centro del poder político boliviano que también tenía un fuerte resguardo policial.
Minutos después de que terminó el mitin de los seguidores de Morales, en las calles aledañas hubo un enfrentamiento a golpes, pedradas y con detonaciones de petardos con un grupo de arcistas que se aproximó hasta el lugar.
Decenas de policías antimotines llegaron luego y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a ambos bandos.
Morales y Arce están distanciados desde finales de 2021 por diferencias en la Administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la dirección nacional del MAS, aún en manos del expresidente, algo en lo que las facciones leales a ambos no han podido ponerse de acuerdo.
Los seguidores del exgobernante aseguran que la marcha fue para "salvar a la patria" ante problemas como la escasez de dólares y combustible, para lo cual exigen que vuelva a ser presidente.
El Gobierno la consideró el inicio de un plan para derrocar a Arce con la intención de que asuma la Presidencia del país Andrónico Rodríguez, senador afín a Morales, para habilitar así la candidatura del exmandatario.