En un artículo colgado este sábado en la página del diario Libération, esos 200 firmantes insisten en que ese caso “nos ha probado que la violencia masculina no es un asunto de monstruos, sino de hombres corrientes”.
Dominique Pelicot está siendo juzgado junto a otros 50 acusados ante el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse (sureste de Francia) por haber drogado durante casi diez años con ansiolíticos a su mujer para violarla en estado inconsciente y que también abusaran sexualmente de ella decenas de hombres con los que contactaba en plataformas en línea.
El escritor Gaël Faye, el actor Gilles Lellouche, el humorista Guillaume Meurice o el chef Juan Arbeláez que figuran entre los que suscriben el manifiesto afirman que hay que partir del reconocimiento del carácter "sistémico" de la violencia contra las mujeres y de la responsabilidad de todos los hombres.
La razón -según su argumentación- es que "todos los hombres, sin excepción, se benefician de un sistema que domina a las mujeres".
A su juicio, los hombres tienen que dejar de afirmar que no todos los hombres se comportan así y, sobre todo, dejar de "considerar que el cuerpo de las mujeres es un cuerpo a disposición".
"Asegurémonos siempre -afirman- del consentimiento de nuestras parejas, dejemos de considerarlo como un obstáculo y más bien como la base necesaria de nuestras relaciones".
También piden que los hombres dejen de "perpetuar los clubes de hombres" y de proteger a otros hombres: "Seamos solidarios con las víctimas, no los agresores".
El proceso de Aviñón, que se inició el 2 de septiembre y debe prolongarse casi hasta Navidad, está suscitando un gran debate social en Francia y el fin de semana pasado dio lugar a manifestaciones en varias ciudades del país en solidaridad con la principal víctima, Gisèle Pelicot, que reunieron a unas 10.000 personas.