"El cambio de perspectiva a estable refleja nuestra evaluación de que la adopción de reformas políticas alivia las preocupaciones de mediano plazo sobre la estabilidad institucional que podrían haber pesado de manera duradera sobre la gobernabilidad", indicó la agencia en un comunicado.
Moody's Ratings sostuvo que un entorno político más estable ayudará a restablecer un equilibrio de poder más constructivo entre el Ejecutivo y Legislativo, y ayudará a la economía a superar un "grave shock de confianza".
Además, afirmó las calificaciones de emisor de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de Baa1 del Gobierno de Perú.
"Las calificaciones Baa1 de Perú reflejan nuestra opinión de que la calidad crediticia soberana sigue anclada en su alta fortaleza fiscal, sus amplios amortiguadores para hacer frente a 'shocks' y su sólida capacidad de formulación de políticas para garantizar la estabilidad macroeconómica, a pesar de los desafíos de gobernanza", agregó Moody's.
También argumentó su decisión por un panorama de fortaleza económica moderada que equilibra una economía comparativamente grande, bajos niveles de riqueza y perspectivas de crecimiento moderadas, a pesar de su expectativa de una recuperación cíclica luego de múltiples shocks consecutivos.
"Nuestra afirmación de las calificaciones también refleja la alta susceptibilidad de Perú al riesgo de eventos como resultado de riesgos políticos y sociales persistentes que obstaculizan las perspectivas de crecimiento de la economía", concluyó la agencia.
Este anuncio fue celebrado por la Presidencia del Consejo de Ministros de Perú, que calificó de "buena noticia" el cambio de perspectiva efectuado por Moody's.
"Moody's elevó su perspectiva sobre el Perú de 'negativa' a 'estable'. La agencia considera que nuestras condiciones económicas, políticas y sociales son más sólidas y predecibles. En tanto, el país mantiene su calificación en Baa1", señaló la institución en la red social X.
En enero de 2023, la agencia rebajó a negativa la calificación crediticia de Perú debido a que los conflictos sociales que sacudieron el país a finales de 2022 e inicios de 2023 "intensificaron las amenazas contra la gobernabilidad y su fortaleza económica".