Según un informe de la Cámara Argentina del Acero, en agosto la producción de acero crudo totalizó las 346.900 toneladas, un volumen que no alcanza a revertir las tasas de derrumbe interanual que arrastra el sector en el contexto de contracción de la actividad económica que atraviesa Argentina.
En tanto, la producción total de laminados terminados en caliente fue en agosto 324.400 toneladas, un 10,6 % mayor a la de julio pasado pero un 18,5 % menor a la de agosto del 2023.
"Comienzan a verse algunos signos de reactivación en los sectores vinculados a la cadena de valor metalmecánica", afirmó la eentidad empresarial en un comunicado.
Por otra parte, la Cámara Argentina del Acero reclamó la reducción de impuestos distorsivos".
Lo hizo al comentar la reciente modificación del reglamento técnico del acero para la construcción adoptada por el Gobierno de Javier Milei, una medida que, en la práctica, facilita la importación de acero, aluminio y materiales para la construcción y busca -según lo expresado por el propio Ejecutivo- alentar la competencia y bajar los costos.
En su comunicado, la Cámara Argentina del Acero dijo que "apoya los esfuerzos de desburocratización de toda la economía" y que "espera poder contribuir en este sentido en la aplicación de la medida que anunció el Gobierno".
Pero que el reglamento técnico modificado, que rige en otros mercados como los Estados Unidos y la Unión Europea, tiene por objetivo "garantizar la seguridad estructural de las construcciones antes de que se produzcan fallas que se detectarían en el tiempo, una vez ya instaladas las estructuras de acero".
"Del mismo modo, esperamos que el Estado en todos sus niveles, nacional, provincial y municipal, pueda avanzar con urgencia en la reducción de los impuestos distorsivos que penalizan la agregación de valor en la Argentina", reclamó la entidad empresarial.