El sitio afectado es el Santuario de Fauna Silvestre Ambue Ari, en el municipio de Ascensión de Guarayos, en la región oriental de Santa Cruz, explicó a EFE Ana Encinas, directora de Comunicaciones de la ONG Comunidad Inti Wara Yassi (CIWY), que está encargada del parque.
Según Encinas, el santuario tiene una extensión de unas mil hectáreas, de las que el 70 % es un área conservada y el 30 % restante se emplea para el rescate de fauna afectada por delitos como el tráfico ilícito o la caza furtiva.
El fuego "se ha extendido" y ya está en un "curichal", una porción de tierra mojada, que conecta directamente con el área donde están los animales rescatados, indicó.
Aunque "hay bomberos en el área", el incendio "ha excedido la capacidad de cualquier apoyo humano" y ni siquiera el auxilio aéreo enviado esta mañana logró aplacar el fuego por completo.
Encinas precisó que la CIWY activó sus protocolos de emergencia para el movimiento de animales en esta zona "para prever y evitar cualquier desastre", pero requieren con urgencia más ayuda para apagar el incendio.
El santuario está especializado en el cuidado y manejo de felinos como jaguares, pumas y ocelotes.
Lo más complejo será tratar de mover a la puma Marley, rescatada hace unos años del tráfico ilícito, si el fuego llega al área donde se encuentra el animal, agregó.
Encinas sostuvo que "todos los años" tienen que lidiar con el fuego cerca del santuario y que tienen un programa de monitoreo "satelital" y con un dron; "sin embargo, este año los incendios han excedido la capacidad" de todos.
Ascensión de Guarayos es uno de los municipios afectados por los incendios forestales que persisten desde hace semanas en el oriente y norte amazónico de Bolivia.
En lo que va del año los incendios han devastado unas 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales, según la última información oficial, aunque instituciones privadas reportan que son más de 4 millones de hectáreas.
Bolivia sufre una de las peores crisis ambientales de los últimos años, después de que en 2019 se registraron 5,3 millones de hectáreas de bosques y pastizales devastados por los incendios, que en esta época son un problema recurrente por las quemas controladas o 'chaqueos' para preparar la tierra para la siembra y el pastoreo.
El Gobierno declaró hace dos semanas la "emergencia nacional" para facilitar la coordinación interna y la llegada de la ayuda internacional para combatir los incendios y también emitió una alerta sanitaria por la mala calidad del aire por el humo que llegó a varias ciudades.
Además, hace una semana se dispuso una "pausa ambiental ecológica" indefinida que supone la suspensión de las autorizaciones de quemas controladas.