Se estima que esto representa 65 millones de vidas salvadas, gracias a una estrategia que se ha basado en movilizar recursos internacionales públicos y privados, y al mismo tiempo generar una demanda tal por productos de prevención -como las mosquiteras en el caso de la malaria-, de diagnósticos y tratamientos que sus precios se han reducido considerablemente.
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El caso más llamativo es el de los antirretrovirales para tratar el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida), que hace dos décadas elevaban el costo del tratamiento anual para una persona a 10.000 dólares, mientras que ahora cuesta 45 dólares.
Actualmente, 25 millones de personas en el mundo están bajo este tipo de tratamiento.
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En su reporte anual de actividades, publicado hoy, el organismo señala que ahora trabaja con sus socios para ampliar el acceso a herramientas de prevención, como un anillo vaginal o un inyectable que actúa a largo plazo como tratamiento de profilaxis antes de la exposición al virus.
La mortalidad por tuberculosis
Sobre la tuberculosis el Fondo Mundial señala que su asociación con fabricantes también permitió reducir el precio del diagnóstico molecular y del principal tratamiento que se utiliza en la actualidad, así como de medicinas preventivas, todo lo cual hizo posible que en 2023 se ofrecieran 7,1 millones en tratamiento.
En el ámbito de la malaria, el principal avance reciente es haber garantizado un precio atractivo para un insecticida con doble ingrediente activo con el que se recubren las mosquiteras y que ahora utilizan la mayoría de países africanos afectados por esta enfermedad transmitida por mosquito.
El año pasado se distribuyeron 227 millones de mosquiteras, 335 millones de casos sospechosos se sometieron a test y se trataron 171 millones de infecciones.
Para todos estos progresos, logrados desde 2002, la entidad desembolsó fondos por 63.000 millones de dólares (hasta el final de 2023), que -aparte de las vidas salvadas y el ahorro para los sistemas de sanidad de países en su mayoría pobres- generaron 400.000 millones de dólares en ganancias directas en productividad.
El Fondo Mundial juega un rol esencial sobre todo en el caso de la tuberculosis, ya que en 2023 contribuyó con el 76 % de toda la financiación internacional para afrontar esta enfermedad; y de la malaria, en la que representó el 62 % de los fondos.
En el caso del VIH (28 % de los fondos), su trabajo se complementa con el del Fondo de Naciones Unidas contra el Sida.