En su comunicado, el Federal Bureau of Investigation (FBI) apuntó que los correos electrónicos no fueron solicitados y que no hay información que indique que la campaña demócrata, entonces liderada por Joe Biden y hoy por Kamala Harris, respondieran al recibir ese material.
Según los agentes, los piratas cibernéticos han continuado sus esfuerzos desde junio para mandar a medios estadounidenses material robado y privado relacionado con la campaña de Trump.
El FBI destacó que ha rastreado esa actividad, ha estado en contacto con “las víctimas” y seguirá investigando y recopilando información para perseguir y desarticular a los responsables de esas amenazas.
Esta actividad “maliciosa”, dice la nota, es el ejemplo más reciente de los intentos de Irán por sembrar la discordia y socavar la confianza en el proceso electoral estadounidense, que celebrará elecciones presidenciales el próximo 5 de noviembre.
“Los actores extranjeros están aumentando sus actividades de influencia electoral a medida que nos acercamos a noviembre. En particular, Rusia, Irán y China”, dijo.
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El FBI advirtió de que esos intentos constituyen una amenaza directa para Estados Unidos “y no serán tolerados”.
La campaña de Trump dijo en un comunicado que estos hechos son “una prueba de que los iraníes están interfiriendo activamente en las elecciones para ayudar a Kamala Harris y a Joe Biden” para evitar el regreso al poder del republicano, quien “restablecerá sus duras sanciones” contra el país asiático.
Karoline Leavitt, portavoz de Trump, exigió a los demócratas que “aclaren si utilizaron el material pirateado que les dieron los iraníes para perjudicar” a su rival.
El pasado agosto las agencias de inteligencia de Estados Unidos ya habían denunciado que Irán ha aumentado sus intentos de intervenir en las presidenciales del país.