“Los servicios de bomberos y rescate de Israel están operando actualmente para extinguir incendios causados por proyectiles caídos en áreas abiertas”, dijeron las fuerzas israelíes en un comunicado.
También entre los ataques de hoy, el Ejército identificó un dron que cayó en la zona de Metula, localidad israelí evacuada y que está casi pegada a la frontera con Líbano.
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“No se produjeron daños en el área de la comunidad y no se reportaron heridos”, explicaron las fuerzas. El grupo chií Hizbulá, aliado de Irán, reivindicó el ataque contra Metula, que según la milicia proiraní iba dirigido contra un grupo de soldados.
Horas después, aviones israelíes confirmaron haber bombardeado en Jarmaq, sur del Líbano, una veintena de lanzaderas de cohetes y otras infraestructuras de Hizbulá, según un comunicado castrense, que el Ejército describía “una amenaza inmediata para los civiles israelíes”.
Además, otros dos drones lanzados desde el Líbano impactaron en el norte de los Altos del Golán, ocupados por Israel, sin causar daños en ninguna población cercana.
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Israel lleva enfrascado en un intenso intercambio de fuego con Hizbulá al día siguiente del inicio de la guerra en Gaza, cuando el grupo libanés empezó a lanzar cohetes en solidaridad, dijo, con las milicias palestinas de la franja.
Este sábado, otros 55 proyectiles fueron disparados desde Líbano hacia territorio israelí, que no dejaron víctimas, pero ha habido jornadas de más de un centenar de proyectiles.
Más de 650 personas han muerto a ambos lados de la frontera desde el comienzo de estas hostilidades, la mayoría en el lado libanés y entre las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 400 bajas, algunas en suelo sirio. En el Líbano han muerto también al menos 128 civiles, incluidos 20 menores, tres periodistas y varios sanitarios; además de unos 77 integrantes de otras milicias y dos soldados.
En Israel han muerto 50 personas en el norte: 24 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores en un ataque en los Altos del Golán sirios ocupados.
El Gobierno israelí aseguró la semana pasada que con sus “misiones” en Gaza casi cumplidas su foco se está trasladando al norte del país, donde el constante intercambio de fuego ha obligado a unas 57.000 personas a vivir evacuadas, cerca de 16.000 aún en hoteles unos once meses después.