Yván Gil recibió en la cancillería al embajador español en Venezuela, Ramón Santos, para expresar la “postura contundente del gobierno venezolano”, según un mensaje publicado en Telegram.
“No permitiremos ninguna acción injerencista”, escribió el canciller, un día después de llamar a consultas a la embajadora venezolana en Madrid, Gladys Gutiérrez.
La tensión en las relaciones bilaterales aumentó en los últimos días, después de que el candidato opositor Edmundo González Urrutia llegara el domingo a España para solicitar asilo tras un mes en la clandestinidad en su país, y aumentó por un comentario de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, que tildó de “dictadura” al gobierno de Maduro.
El gobierno del socialista Pedro Sánchez no reconoce la victoria que Maduro reivindica en los comicios, pero tampoco la de su rival.
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Ha insistido, en consonancia con la posición de la Unión Europea, en reclamar la publicación de las actas electorales, que según la oposición demuestran su victoria.
Pese a la tirantez, la vicepresidenta Delcy Rodríguez, recientemente nombrada ministra de Petróleo, se reunió este viernes con Luis García Sánchez, directivo de la trasnacional energética española Repsol en el país caribeño.
“Ambas partes abordaron alianzas estratégicas” para la “exploración y explotación de hidrocarburos líquidos y gaseosos”, según un mensaje de la estatal venezolana PDVSA.