"Las autoridades iraníes están tratando brutalmente a la gente por partida doble, ejecutando o matando a un miembro de la familia, y luego arrestando a sus seres queridos por demandar responsabilidades (...) La Justicia iraní debe liberar urgentemente a los familiares detenidos de forma ilegal", dijo la investigadora de HWR Nahid Naghshbandi.
La organización alertó en un comunicado de que estas personas también son sometidas a amenazas y acoso por sus vínculos con "decenas" de manifestantes que ya fueron a su vez "asesinados, ejecutados o encarcelados" desde el inicio del movimiento hace cerca de dos años.
La muerte de Amini, que había sido detenida por llevar mal puesto el velo islámico, desató un movimiento de desobediencia contra la imposición de cubrirse el cabello y fuertes protestas en el país, que se apagaron tras una represión policial que causó la muerte de unas 500 personas.
En su nota, HRW recuerda varios casos de arresto contra familiares de manifestantes que salieron a la luz a través de medios u ONG, entre ellos el de un padre condenado a casi nueve años de prisión por supuesto blanqueo de capitales, después de que su hijo fuera ejecutado en relación a las protestas.
"Dos años después del estallido de las protestas 'Mujer, Vida, Libertad' de 2022, las autoridades iraníes continúan silenciando y castigando a los parientes que demandan rendición de cuentas por las violaciones contra sus seres queridos", criticó la ONG por los derechos humanos.
En este sentido, recordó que Irán ya ha recurrido a medidas de presión contra familiares de personas ejecutadas o muertas a manos de las fuerzas de seguridad en ocasiones anteriores, avisando de que los dirigentes iraníes tienen un "largo historial" en esta materia.