Estados Unidos anunció el miércoles pasado sanciones contra dos entidades y diez personas, entre ellas varios responsables de RT, un medio financiado por el Estado ruso, acusándolas de injerencia en la elección presidencial de noviembre.
Entre los sancionados figuran la editora en jefe de RT, Margarita Simonian, y su adjunta Elizaveta Yurievna Brodskaia.
“No es posible una respuesta simétrica, porque no hay agencia estatal en Estados Unidos, ni canal estatal en Estados Unidos”, comentó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la agencia estatal rusa RIA Novosti.
Justificación de EE.UU.
“No obstante, habrá medidas aquí para restringir la difusión de información de sus medios” , añadió Peskov sin precisar en qué consistirán esas restricciones.
La mayoría de medios estadounidenses redujeron o retiraron a sus periodistas de Rusia desde que Moscú lanzó su ofensiva en Ucrania y, de paso, impuso leyes contra el reporterismo independiente sobre el conflicto.
El portavoz de la presidencia dijo igualmente que la censura “se justifica” porque Rusia se encuentra “en estado de guerra”.
“En el estado de guerra en que nos encontramos, las restricciones se justifican, al igual que se justifica la censura”, reiteró Peskov a la agencia estatal TASS.
El país, enfrascado desde febrero de 2022 en una ofensiva en Ucrania, lleva a cabo una campaña de represión contra las voces críticas y medios independientes, por lo que figura en la parte baja del ránking de libertad de prensa de 2024 establecido por la oenegé Reporteros Sin Fronteras.
La Casa Blanca dijo incluso que el presidente Vladimir Putin estaba “al corriente” de esas operaciones de injerencia electoral atribuidas a RT.
Refiriéndose a las sanciones contra RT, la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, lo atribuyó el jueves a una maniobra propia de la precampaña electoral en Estados Unidos.