En medio de una oleada de protestas de agricultores, la presidenta de la Comisión -el brazo ejecutivo de la UE-, Ursula von der Leyen, solicitó en enero un informe con reflexiones y propuestas.
Ante la furia de las protestas en todo el continente, Von der Leyen ya flexibilizó exigencias ambientales de la Política Agrícola Común (PAC).
El informe de 110 páginas, producto de un “diálogo estratégico” con sectores involucrados, propone ahora ayudar a definir una PAC que deje satisfechos a granjeros y ambientalistas.
“Haremos más para proteger a nuestros agricultores y hacer que el sistema agroalimentario sea más resiliente, más competitivo, y -lo más importante- sea también más sostenible”, afirmó von der Leyen al recibir el informe.
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Las negociaciones sobre el próximo tramo de la PAC para 2028-2034 serán uno de los temas más delicados durante el segundo mandato de von der Leyen.
“La política actual debe cambiarse para hacer frente a los desafíos actuales y futuros” , afirma el informe, cuyo contenido no es vinculante para la Comisión
En lugar de calcular los subsidios en función del tamaño de las propiedades agrícolas, el nuevo sistema debería centrarse en “proporcionar apoyo socioeconómico dirigido a los agricultores que más lo necesitan”, menciona el documento.
Mega granjas
La organización ambientalista Greenpeace respaldó los cambios propuestos y apuntó que el amplio consenso sobre la necesidad de reformas demostraba “hasta que punto está rota la política agrícola de la UE”.
“La UE debe dejar de financiar megagranjas que contaminan nuestros ríos y provocan sequías e inundaciones y, en cambio, ayudar a los agricultores que están pasando apuros, haciendo un esfuerzo por restaurar la naturaleza”, señaló el director de política agrícola de la UE en Greenpeace, Marco Contiero.
Para ayudar a financiar la transición hacia prácticas agrícolas más ecológicas, el informe afirma que se debería crear un “Fondo Temporal de Transición Justa” como parte de la PAC.
El informe defiende que la UE y los estados miembros de la UE intensifiquen los esfuerzos para ayudar a las personas a cambiar sus dietas a alimentos de origen vegetal “menos intensivos en recursos” que la carne.