El Tribunal de Génova (noroeste) ha reconocido a Mariana B.D., de 49 años, y sus dos hijos, de 19 y 7 años, todos ellos ciudadanos brasileños, el "estatuto de ciudadanos italianos iure sanguinis" a pesar de no tener nombres ni apellidos italianos y no hablar italiano, revela este martes el diario "Repubblica".
La sentencia, que contrasta con la negativa de la legislación italiana de conceder la ciudadanía a jóvenes que, aunque de padres extranjeros, nacieron en el país, viven, estudian y habla la lengua, fue recurrida sin éxito por el Ministerio del Interior, que alegaba que el antepasado nacido en 1783 no lo hizo en territorio italiano, sino en lo que entonces eran los restos de la República Marítima de Génova.
Carlo de Maria emigró inicialmente a Gibraltar, donde se casó y tuvo un hijo, y luego se trasladó con su familia a Brasil, donde su hijo se casó con una brasileña y tuvo una hija, dando origen a una dinastía que llega hasta Mariana.
Con el nacimiento del Reino de Italia en 1861, se estableció que "todos los ciudadanos pertenecientes a los reinos preunitarios adquirían automáticamente la ciudadanía italiana" siempre que fueran hombres, una discriminación de género que desapareció con una ley del Parlamento en 1992.
Una de las razones que han convencido al tribunal para acceder a la solicitud es que "se ha comprobado que el antepasado, nacido en tiempos anteriores a la unificación y emigrado posteriormente a Brasil, se convirtió en ciudadano italiano habiendo fallecido el 20 de enero de 1867 en territorio ya incluido en el reino de Italia", pues el hombre regresó a su país antes de morir.
El diario recuerda además que el Ministerio de Exteriores italiano alertó en 2023 de que las crisis políticas y económicas en varios países de Sudamérica habían creado "decenas de millones de potenciales peticionarios con derecho" a la nacionalidad italiana.
Según Exteriores, "los reconocimientos de la ciudadanía son solicitados en gran parte por descendientes lejanos de ciudadanos italianos que ya no tienen ningún tipo de vínculo lingüístico y cultural con nuestro país".
El debate sobre la posibilidad de aprobar nuevas leyes para conceder la nacionalidad para menores extranjeros ha cobrado fuerza en el país después de los Juegos Olímpicos de París donde han participado bajo la bandera italiana atletas nacidos en Italia de padres migrantes.
Forza Italia, miembro de la coalición de Gobierno que lidera la ultraderechista Giorgia Meloni, ha relanzado estos días su apoyo al llamado 'Ius scholae', una ley que conceda la nacionalidad a los menores extranjeros que hayan completado un ciclo escolar, y a lo que se oponen sus otros socios en el Ejecutivo de Italia y la Liga.
Su líder y vicepresidente del Gobierno, Antonio Tajani, presentará antes de final de mes una propuesta de ley, anunciaron este martes fuentes de la formación, destacando que se trata de una iniciativa del partido y no del Gobierno.