"No importa cuánta sangre derramen, ¡la protesta es un éxito porque Bengala (Occidental) ha tenido bastante!", afirmó en la red social X el partido nacionalista hindú, gobernante en la India, pero principal fuerza de la oposición en el estado.
El BJP acusó a seguidores del All India Trinamool Congress (TMC) de la jefa de Gobierno, Mamata Banerjee, de disparar contra un vehículo en el que viajaba el político Priyangu Pandey cuando se encontraba en la localidad de Bhatpara.
La formación de Modi acusó también a la Policía de Bengala Occidental de actuar como "una marioneta de Mamata" al "intentar derrotar" a sus seguidores cuando estos intentaban detener el tráfico ferroviario en la localidad de Hooghly.
Las manifestaciones de hoy tuvieron lugar un día después de que cientos de personas trataran de alcanzar un edificio gubernamental en Howrah, una localidad vecina a la capitalina Calcuta, para exigir la dimisión de Banerjee.
Estas protestas fueron reprimidas con gases lacrimógenos y cargas por las fuerzas de seguridad, en un contexto de fuerte crispación en el estado a causa de la violación y el asesinato de la joven médica en un hospital de Calcuta el pasado 9 de agosto.
Los manifestantes han denunciado los retrasos y supuestas faltas en la investigación de un suceso que fue inicialmente catalogado como un suicidio, y han exigido responsabilidades políticas.
Banerjee, por su parte, anunció el lanzamiento de un movimiento para exigir la pena de muerte contra los acusados del asesinato y defendió hoy durante un acto público que el BJP "no busca justicia, únicamente difamar a Bengala Occidental", según declaraciones recogidas por la agencia india PTI.
Más allá de la politización generada, el suceso ha desatado también la ira de profesionales del sector de la salud que han denunciado la falta de seguridad en sus lugares de trabajo y las precarias condiciones de trabajo en los hospitales, en muchas ocasiones sin instalaciones suficientes para el personal o sin áreas separadas para las mujeres.
La violencia sexual contra las mujeres en el país asiático es un problema persistente, y con frecuencia provoca la reacción de una parte de la sociedad que exige más medidas para garantizar la seguridad de las mujeres frente a un problema complejo.
El último informe de crímenes de la India, que corresponde a 2022, reveló que se registran casi 90 casos de violación por día.