“El maltrato del Gobierno israelí a los trabajadores sanitarios palestinos ha continuado en la sombra y debe cesar de inmediato”, señaló hoy Balkees Jarrah, director interino para Oriente Medio de HRW. “La tortura y otros malos tratos a médicos, enfermeras y sanitarios deben investigarse exhaustivamente y castigarse adecuadamente, incluso por la Corte Penal Internacional (CPI)”, añadió.
Según la investigación, basada en entrevistas a ocho miembros del personal sanitario liberados, estos recibieron malos tratos en centros de detención, como palizas, abusos -incluidos sexuales-, falta de asistencia médica o tener los ojos vendados durante días enteros, entre otros.
Los ocho fueron arrestados sin cargos, por un periodo de entre siete días a cinco meses, la mayoría detenidos en su lugar de trabajo durante los asedios israelíes a hospitales gazatíes.
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El periódico israelí Haaretz detalló, el pasado 3 de junio, que el Ejército israelí estaba investigando penalmente la muerte de 48 palestinos en centros de detención israelíes desde el ataque del 7 de octubre.
Entre estos casos se encuentran las muertes del doctor Adnan al Bursh, padre de seis hijos, cirujano y jefe de ortopedia del Hospital Al Shifa, fallecido el pasado 19 de abril bajo arresto en la prisión de Ofer, en Cisjordania ocupada.
También la del médico Eyad al Rantisi, director de un centro de salud para mujeres en el Hospital Kamal Adwan, de Beit Lahia, quien falleció en noviembre mientras estaba siendo interrogado por el Shin Bet (el servicio de inteligencia interior de Israel), seis días después de su arresto, informaron en junio medios locales a raíz de una pesquisa de una unidad del Ministerio de Justicia.
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“Los gobiernos deben apoyar los esfuerzos de la Justicia internacional para abordar los abusos israelíes contra los detenidos palestinos y hacer que los responsables rindan cuentas”, urgió HRW, que pidió a EE.UU., Reino Unido y Alemania “presionar a Israel para que ponga fin a sus prácticas de detención abusivas”.