La industria automovilística europea, líder en los motores de gasolina y diésel, teme que sus plantas desaparezcan si no logra poner coto a la llegada de modelos eléctricos chinos. Pekín tomó la delantera invirtiendo desde hace tiempo en baterías.
En la UE, el mercado está en pleno auge. Para 2035, se ha previsto que se dejen de vender vehículos nuevos con motor térmico y actualmente, los vehículos eléctricos chinos representan un 22% del mercado europeo, en comparación con el 3% de hace tres años, según estimaciones del sector. Las marcas chinas ocupan el 8% del mercado.
La UE planea también una tasa del 9% durante cinco años a las importaciones de los coches eléctricos de la marca Tesla fabricados en China. Esta tasa es mucho más baja de la contemplada inicialmente por Bruselas para los vehículos eléctricos chinos porque Tesla recibe menos subvenciones en el gigante asiático, indicó la Comisión Europea.
Aranceles
Estos aranceles, que se suman a las tasas del 10% ya aplicadas a los vehículos fabricados en China, entrará en vigor de aquí a finales de octubre y remplazará las tasas temporales que se decidieron en julio, fijadas en el 38%, precisó la Comisión en un comunicado.
La Comisión se declaró “abierta” al diálogo y a cualquier otra solución alternativa proveniente de Pekín para evitar esas tasas, que algunos Estados miembros criticaron, como Alemania y Suecia.
Poco después, la Cámara de Comercio china en la UE expresó en un comunicado “su profundo descontento y su firme oposición al enfoque proteccionista” de la Comisión y advirtió del peligro de la “exacerbación de las tensiones comerciales entre la UE y China”.
La Comisión Europea también anunció que no recaudará las tasas provisionales que habían entrado en vigor el 5 de julio. El dinero de estas permanecerá en una cuenta bloqueada y luego será devuelto.
Estas nuevas tasas serán adoptadas definitivamente antes de noviembre a no ser que una mayoría cualificada de miembros (15 países que representan el 65% de la población europea) se oponga.
Conciernen a la mayoría de los fabricantes chinos. Bruselas impondrá aranceles adicionales del 17% al fabricante BYD, en lugar del 17,4% que preveía la tasa provisional decidida el mes pasado; del 19,3% a Geely (frente al 19,9%) y del 36,3% a SAIC (frente al 37,6%).
Al resto de fabricantes se les impondrá una tasa adicional media de 21,3%, más del 20,8% decidido en julio, si cooperaron con la investigación; y del 36,3% en caso contrario (en comparación con el 37,6% previsto hace un mes).