“¡Amamos a Joe!” y “¡Gracias, Joe!”, entonó la audiencia de pie, ante el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que respondió “Los amo” antes de iniciar el discurso con que deja la pelea por la Presidencia en manos de Kamala Harris, simbolizando la transición generacional del Partido Demócrata.
Presentado por su hija, Ashley, Biden apareció de traje y corbata azul. Se le vio por segundos secando algunas lágrimas, al igual que Harris, quien más temprano apareció en escena brevemente para dar inicio a la cita agradeciendo al mandatario, a quien calificó de “increíble”.
Aunque se esperaba una alocución nostálgica para capitular medio siglo en la escena política, Biden, de 81 años, comenzó su discurso de forma enérgica, enfocado en la lucha que Harris y el partido tiene por delante.
“Mantengan a Estados Unidos avanzando, no retrocediendo”, instó Biden.
Pero también, como es costumbre en su vida política, Biden dedicó palabras especiales a su esposa Jill, para quien pidió un aplauso, así como para su familia.
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“Esta noche honoramos al presidente Joe Biden y su legado”, dijo Luciano Garza, delegado electoral por Texas.
“Es surreal, muy triste, pero estamos esperanzados con lo que ha hecho, de pasar la antorcha a Kamala Harris, quien continuará su legado”, completó.
“Este es el tipo de sacrificio sobre el que Estados Unidos fue fundado”, dijo el delegado de Misuri, Kyle Yarber, quien lo comparó con uno de los fundadores de la patria, George Washington.
La nominación es un hito en la carrera de Harris y corona uno de los meses más agitados de la política estadounidense, en el que la vicepresidenta eclosionó luego de que Biden, acosado por los cuestionamientos a su avanzada edad, decidiera poner fin a su aspiración de un segundo mandato.
La abogada de 59 años ha revitalizado al Partido Demócrata, cuando muchos comenzaban a resignarse a un escenario de derrota.