Era el 20 de agosto de 1944, dos días después de que el líder de la resistencia, Henri Rol-Tanguy, llamara a los parisinos a levantarse contra los nazis que ocupaban la ciudad desde hacía cuatro años.
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Propaganda
El grupo de ocho personas se reunió a las 7:00 de la mañana cerca de un edificio dilapidado frente a la bolsa de valores, en el centro de París, donde se instaló la Oficina Francesa de Información.
El sitio, en la dirección 13 Place de la Bourse, había sido sede de Havas, la primera agencia internacional de noticias que fue nacionalizada por el régimen pronazi en 1940.
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“Se había convertido en una agencia de propaganda alemana”, recordó Gilles Martinet, uno de los ocho periodistas, en una entrevista en 2004.
El grupo estaba formado sobre todo por experiodistas de Havas, Claude Martial-Bourgeon, Pierre Courtade, Max Olivier, Jean Lagrange, Vincent Latève, Basile Tesselin, Gilles Martinet, y un egresado de la prestigiosa Escuela Normal Superior de París.
“Nadie se mueve”
Las calles estaban vacías ese domingo estival, solo un tanque alemán se encontraba cerca, escribiría en sus memorias otro integrante del grupo, Basile Tesselin.
Al grupo se unieron dos policías enviados por el comité de la resistencia que organizaba el alzamiento de París. Eran los únicos con armas.
Juntos subieron las escaleras e irrumpieron en la redacción. Diez personas asombradas levantaron la cabeza.
“Nadie se mueve, nadie sale”, gritó Claude Martial-Bourgeon, el mayor del grupo. “Desde ahora trabajan para Francia, no para los Alemanes”.
Hace 80 años asumía el director Martinet de solo 28 años
Nadie se movió. Un alemán, encargado de la censura, fue encerrado en el sótano.
Martial-Bourgeon tomó el mando y asignó funciones, nombrando Martinet, de tan solo 28 años, director de la redacción.
Los periodistas comenzaron a trabajar de inmediato, contactando a los equipos de periódicos clandestinos como Combat, diario clandestino de la Resistencia, Défense de la France, Le Parisien Libéré y L’Humanité, el diario comunista.
Primer despacho
A las 11:30 salió su primer despacho para anunciar que “la Agencia francesa de prensa entregaba su primer servicio” a los “primeros diarios libres” que estaban apareciendo.
Las primeras notas fueron impresas en máquinas Roneo de duplicación de plantillas y se distribuyeron en bicicleta a periódicos y oficinas de la resistencia en toda la ciudad.
Establecieron comunicación con los periodistas del gobierno francés exiliado, encabezado por Charles de Gaulle en Londres.
El equipo creció rápidamente. Dormían en la oficina y se aprovisionaban de alimentos en la alacena de un restaurante cercano que atendía a oficiales alemanes. En el menú había paté, foie gras y vinos finos.
París liberada
En los días siguientes, los periodistas atravesaron la ciudad en bicicleta, atentos a la llegada de los primeros soldados franceses y aliados.
Basile Tesselin obtuvo la primicia gracias a que se instaló en el apartamento del prefecto de policía con una línea telefónica directa.
“El general (Philippe) Leclerc ingresó esta mañana a París, a las 8:45″, reportó el 25 de agosto.
“Todas las campanas de París repicaron y fue un momento de intensa emoción”, relató Martinet.
Horas más tarde anunciaron que los alemanes se habían rendido.
París había sido liberada.
Expansión mundial
“Todo había sido decidido un mes antes, la estrategia, las tácticas, y sobre todo el objetivo de recrear una gran agencia francesa de noticias capaz de ser escuchada en los cuatro rincones del mundo, heredera de la agencia Havas, fundada en 1835″, recordó Tasselin después.
El Parlamento francés adoptó en 1957 el Estatuto de AFP que garantiza la independencia editorial y autonomía financiera de la agencia.
Su sede continúa en Place de la Bourse y se expandió hasta abarcar más de 150 países, convirtiéndose en una de las agencias noticiosas más grandes del mundo, junto a Reuters y Associated Press.