El Ejército sudanés, cuyo máximo líder, Abdefatah al Burhan, es el jefe del Consejo Supremo que Gobierna en Jartum, dejó claro que no enviará una delegación a Suiza, mientras que sus rivales paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) dijeron que sí asistirán.
EEUU, que media en el conflicto junto con Arabia Saudí, mantuvo varias reuniones el viernes y el sábado pasados con una delegación de Jartum en la ciudad saudí de Yeda para convencer al Ejército de enviar una delegación a Ginebra, aunque no hubo éxito.
¿El momento para la paz?
"Ha llegado el momento de lograr la paz", dijo este martes el enviado especial estadounidense para Sudán, Tom Perriello, en un mensaje en su cuenta oficial de X, en el que destacó: "la comunidad internacional se está uniendo en apoyo al pueblo de Sudán aquí en Suiza".
Además de las partes del conflicto, EE.UU. invitó a representantes de Naciones Unidas, entidades humanitarias, grupos políticos y de la sociedad civiles sudanesa, así como a mediadores africanos y "socios" árabes del golfo Pérsico, como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), este último acusado de apoyar a los paramilitares.
"Agradezco a los expertos humanitarios, a los defensores de las mujeres y los jóvenes sudaneses, y a los socios africanos y del Golfo que están trabajando para detener la violencia y la hambruna" en Sudán, dijo Perriello.
Pese al rechazo del Ejército sudanés a estar presente en Ginebra, el enviado estadounidense manifestó su esperanza en que "las Fuerzas Armadas sudanesas aprovechen esta oportunidad para trabajar juntos y producir resultados reales de inmediato".
A la espera del Ejército sudanés
El Gobierno de Jartum dijo el lunes en un comunicado que no ve necesidad de participar en el diálogo de Ginebra al considerar que "la delegación estadounidense no ha ofrecido (en Yeda) nada para justificar la creación de una nueva plataforma" para las negociaciones de tregua en Sudán.
Aludía a que el Ejército y los paramilitares habían mantenido varias rondas de diálogo en Yeda, mediado por Arabia Saudí y EE.UU, y alcanzaron en mayo de 2023 un acuerdo para una tregua humanitaria.
No obstante, ese entendimiento, denominado la "Declaración de Yeda", no ha florecido por acusaciones mutuas de no respetar lo acordado, por lo que el diálogo de Yeda fue suspendido un mes después.
La guerra en Sudán comenzó el 15 de abril de 2023 entre el Ejército y las FAR, en un momento en el que ambos negociaban la integración de esa fuerza paramilitar en las Fuerzas Armadas en el contexto de un proceso de transición política.
La guerra ha provocado la peor ola de desplazados en el mundo, con más de 10 millones de personas que han huido de sus hogares, incluidos más de 2 millones que han escapado del país.
Según varias estimaciones, este brutal conflicto, como lo califica la ONU, ha dejado decenas de miles de muertos.