Los misiles KN-23 son misiles balísticos de fabricación norcoreana que Pyongyang suministra a Moscú y Rusia ya ha utilizado en anteriores ataques contra territorio ucraniano.
Además de los misiles balísticos lanzados contra Kiev y sus alrededores, las fuerzas rusas lanzaron contra Ucrania dos misiles Kh-59 y 16 drones kamikaze iraníes Shahed. Los dos misiles y 15 de los drones fueron derribados sobre los óblasts de Kiev (norte), Jersón y Mikoláyiv (sur) y Jmelnitski (oeste).
Las autoridades ucranianas no han informado por el momento de muertos, heridos o daños materiales causados por este ataque.