Excombatientes ucranianos mutilados empiezan a entrenar para los Juegos Invictus

Marcel Gascón Kiev, 6 ago (EFE).- Excombatientes ucranianos mutilados y heridos encuentran en el deporte adaptado una forma de recuperar la movilidad y superar el trauma, y han comenzado a entrenar esta semana para representar a su país en los próximos Juegos Invictus para antiguos soldados que perdieron sus extremidades o capacidades físicas en la guerra.

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“Nunca lo había probado antes de caer herido y es absolutamente increíble”, dice a EFE el excombatiente Valeri Odainek, uno de los heridos de guerra que ha empezado a entrenarse para competir en esquí y snowboard adaptado.

Este antiguo militar que perdió una pierna y parte de la visión en la batalla de Bajmut (este) en enero de 2023 es uno de los asistentes a un acto de presentación de los equipos de disciplinas como el baloncesto o el voleibol en silla de ruedas que participarán defendiendo los colores de Ucrania en los Juegos Invictus que tendrán lugar en Canadá el próximo mes de febrero.

Esquí acuático adaptado

La séptima edición de los Juegos Invictus se celebrará en la ciudad de Vancouver e incluirá también por primera vez deportes adaptados de invierno.

Ante la imposibilidad de entrenar sobre nieve en invierno, los veteranos ucranianos trabajan el equilibrio practicando wakeboarding en un lago de la capital de Ucrania.

“Es muy similar al esquí adaptado porque se mantiene la misma posición corporal sentado en una especie de silla especial; entrenamos cómo mantener el equilibrio en el agua y también sobre el suelo, con equipamiento especial”, explica a EFE uno de los monitores, Oleksandr Chepurní.

“Cuando están sobre el wakeboard olvidan todos sus problemas, y podemos ver la alegría en sus ojos cuando salen del agua”, le completa Iliá Maifat, otro de los entrenadores que en verano cambian las montañas nevadas por los lagos de los parques de Kiev. “Tenemos a gente ciega, sin piernas, sin brazos”, cuenta el instructor.

Sobre una plataforma de madera cubierta por moqueta verde junto al lago en el que entrenan, veteranos en silla de ruedas se ponen el traje de neopreno con ayuda de familiares y entrenadores.

Una forma de adaptarse a su nuevo cuerpo

Quienes tienen la pierna amputada por encima de la rodilla se quitan la prótesis para poder sentarse en un wakeboard especial que recuerda por su forma a una silla de coche para bebés.

Tras colocarse dentro de la silla entran al agua. El instructor pone en la posición adecuada la tabla sobre la que se asienta la silla y el veterano agarra con fuerza el manillar atado al cable impulsado de forma mecánica que, manejado con un mando por otro entrenador, les da la velocidad para deslizarse sobre el agua.

Después de completar unos cuantos metros ante la mirada entusiasta y curiosa de familiares y antiguos compañeros de armas que esperan su turno, los excombatientes caen al agua. Asistidos por un instructor vuelven a colocarse sobre la tabla para intentarlo de nuevo.

En el caso de quienes tienen la pierna amputada por debajo de la rodilla es posible utilizar un wakeboard normal sobre el que mantenerse de pie mientras la cuerda les aleja de la orilla.

Independientemente de la tabla sobre la que entrenen, todos los exsoldados tienen al salir del agua la misma expresión de satisfacción.

Invictus llegó a Ucrania en 2015, un año después de que esta iniciativa internacional creada por el Príncipe Enrique de Inglaterra para apoyar a través del deporte a los combatientes heridos celebrara en Londres sus primeros juegos.

“El deporte es una de las mejores formas de rehabilitación porque es una empresa colectiva que permite sentir el orgullo de representar a tu país, defender tu bandera”, dice a EFE la fundadora de Invictus Ucrania, Alina Forlova.

Destaca el impacto psicológico positivo que la actividad que promueve tiene sobre los soldados heridos y cómo les ayuda a sentirse bien con las nuevas características de su cuerpo.

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