El país tiene muchos profesionales desempleados y los estudiantes reclaman la eliminación de un sistema de discriminación afirmativa que reserva una cuota de los empleos públicos a los familiares de los veteranos de la guerra de independencia.
Parcialmente abolido en 2018, el sistema fue restaurado por la justicia en junio, lo que desató airadas protestas antes de que la Corte Suprema lo volviera a revocar.
Pero la crisis política estalló nuevamente el 16 de julio cuando la represión causó los primeros muertos y los manifestantes exigieron la renuncia de Hasina.
Lea más: Cerca de 170 muertos durante ocho días de protestas estudiantiles en Bangladés
“Llegó el momento de la manifestación final” , expresó el domingo Asif Mahmud, uno de los dirigentes del movimiento estudiantil que originó las protestas, en un llamado a marchar en Daca.
Ayer se registraron mortales enfrentamientos en todo el país entre opositores a la primera ministra Sheikh Hasina, las fuerzas del orden y simpatizantes del partido de gobierno.
Los 94 muertos son el mayor número de víctimas en un solo día desde que estalló en julio el movimiento de protestas en el país musulmán de 170 millones de habitantes. A menos 300 personas han muerto en las protestas, según un recuento de AFP basado en informes de la policía, autoridades y médicos en hospitales.
Los estudiantes rechazan los favores concedidos a los allegados al gobierno para obtener empleos públicos, en un contexto de alto desempleo entre profesionales. Entre los muertos hay al menos 14 policías, según el portavoz policial, Kamrul Ahsan.
Los bandos rivales se enfrentaron a golpes de garrotes y cuchillos, mientras la policía disparó balas reales. Una comisaría en Enayetpour (nordeste) fue tomada por asalto y sus 11 policías resultaron muertos, según las autoridades.
Toda Daca se convirtió en un “campo de batalla” y miles de manifestantes prendieron fuego a vehículos y motos cerca de un hospital, indicó otra fuente policial.
En la capital se escucharon repetidos disparos y explosiones al anochecer, cuando los manifestantes desafiaron el toque de queda.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos exhortó el domingo a “cesar la espeluznante violencia en Bangladés” y expresó su preocupación por el hecho de que el lunes “el movimiento juvenil del partido gobernante se movilice contra los manifestantes” .
A primera hora del día, miles de bangladesíes se congregaron en una plaza de Daca para exigir la renuncia de Hasina.
Llegaron convocados por el colectivo “Estudiantes Contra la Discriminación” , que la víspera exhortó a la desobediencia civil.
Por su parte, Obaidul Quader, secretario general del partido de gobierno, la Liga Awami, llamó a la población a congregarse en “todos los barrios de Daca” y “todos los distritos” del país.
Ejército “al lado del pueblo”
Los enfrentamientos están entre los más mortales registrados desde que Hasina llegó al poder hace 15 años.
Para restablecer el orden, su gobierno cortó el acceso a internet, cerró escuelas y universidades, impuso toque de queda y desplegó el ejército.
Por su parte, exoficiales militares han prestado su apoyo a los manifestantes.
El general Ikbal Karim Bhuiyan, un exjefe del ejército, y varios otros exlíderes militares llamaron al retiro de las tropas de las calles y destacaron que la gente “ya no tiene miedo de sacrificar su vida” .
En varios casos, soldados y policías no intervinieron contra los manifestantes, al contrario que en julio.
“Los responsables de poner a los habitantes de este país en este estado de miseria tan extrema deberían ser llevados a la justicia” , afirmó Bhuiyan.
El actual jefe del ejército, general Waker-uz-Zaman, afirmó el sábado en un comunicado que los militares se mantendrían “siempre al lado del pueblo”.