Este primer viaje oficial de la líder italiana a China se produce apenas meses después de que retirase a su país de las ‘Nuevas Rutas de la Seda’, iniciativa estrella de Xi en materia de infraestructuras e inversiones con la que Pekín busca cimentar su influencia a nivel global.
Italia había sido el único país del G7, club integrado por las mayores democracias del mundo, en adherirse a esa iniciativa.
Meloni aseguró ayer que su viaje es una "demostración de la voluntad de iniciar una nueva fase y de relanzar la cooperación bilateral en el año en que se cumplen 20 años de nuestra asociación estratégica integral".
El rotativo oficial Global Times indicó también que la llegada de Meloni a China serviría para "aclarar malentendidos" sobre esa retirada, con académicos chinos apuntando a que se debió a "poderes de Estados Unidos y otros poderes occidentales" y no a la negativa italiana a cooperar con el país asiático o a la ideología de la dirigente.
Durante el viaje, que incluirá una parada en la ciudad oriental de Shanghái, está previsto que también se firmen acuerdos comerciales e industriales a nivel bilateral.
Según fuentes italianas, Meloni busca atraer más inversión china -por ejemplo, en materia automotriz- para impulsar el crecimiento económico de su país.