La primera información al respecto llegó el viernes de la mano de un parlamentario que forma parte del Comité de Defensa Nacional y que indicó que se está investigando esta filtración de datos, que incluye información personal de diferentes agentes desplegados en territorio nacional y en el extranjero y que habría obligado a muchos de ellos a suspender sus operaciones.
Por su parte, la agencia Yonhap detalla hoy, citando fuentes anónimas cercanas al asunto, que los datos incluyen identidades de agentes encubiertos, incluyendo aquellos que trabajan como diplomáticos, y que varios de ellos han tenido que regresar ya a Corea del Sur.
El Comando de Inteligencia de Defensa de Corea (KDIC), de quien dependen estos agentes, descubrió la filtración en junio, lo que ha llevado al Comando de Contrainteligencia a abrir una investigación que se está centrando en un empleado civil del KDIC, en cuyo ordenador portátil se halló supuestamente esta información filtrada.
Aunque todo apunta a que ese portátil sería la fuente de la filtración, el funcionario argumenta que el dispositivo fue manipulado de manera remota por piratas informáticos.
No es la primera vez que KDIC sufre una filtración de este tipo, ya que en 2018 se reveló que uno de sus empleados vendió información clasificada durante un lustro a dos servicios de inteligencia extranjeros.