“Se trata de un asunto difícil. Desde el punto de vista jurídico es un problema, pero desde el punto de vista práctico estamos abiertos a conseguir nuestros objetivos por medio de las negociaciones. Por ello son posibles diversas variantes”, afirmó en su rueda de prensa telefónica diaria el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov contestó así a la pregunta de si Moscú está dispuesta a negociar con el presidente ucraniano, cuya legitimidad pone en duda desde el pasado 20 de mayo, cuando expiró su mandato presidencial.
Indicó que además de "los problemas de legitimidad de Zelenski, también está el problema de la prohibición de establecer cualquier contacto o negociación con la parte rusa, y esta prohibición sigue vigente".
"Por ello, queda mucho todavía por aclarar y necesitamos escuchar algunas explicaciones", dijo.
Tras las recientes declaraciones de Zelenski sobre su disposición a negociar una solución pacífica a la guerra en Ucrania, el portavoz de la Presidencia rusa recalcó que "Rusia está en general abierta al proceso de negociaciones, pero es necesario comprender hasta qué punto está lista la parte ucraniana".
"Por ahora, como veréis, se escuchan declaraciones muy diferentes, hasta ahora las cosas no están muy claras", añadió.
La víspera Peskov recordó que el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que "Zelenski perdió su legitimidad" tras concluir el plazo de su mandato, lo cual "es un factor que puede entorpecer considerablemente el proceso de paz".
Eso sí, recalcó que Rusia garantizará la defensa de sus intereses y de su seguridad en cualquier caso, ya sea por medio de negociaciones o con las armas en la mano.
"La operación especial militar fue iniciada como un recuso extremo para lograr nuestros objetivos", indicó, al asegurar que "cualquier guerra concluye con negociaciones de paz".
En los últimos días, Zelenski ha redoblado las referencias a la necesidad de negociar para poner fin a la guerra lo antes posible.
El presidente ucraniano ha mantenido contactos recientemente con representantes políticos favorables a un alto el fuego inmediato como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán; el candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, o el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitró Kuleba, también apostó este martes en Pekín por las negociaciones de paz para poner fin a la guerra.