"Nos hemos marcado un objetivo integral: para 2030 las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y las regiones de Zaporiyia y Jersón deben alcanzar el nivel medio ruso en los ámbitos clave que determinan la calidad de vida de las personas", dijo.
Putin hizo estas declaraciones durante una reunión con miembros del Gobierno sobre el desarrollo socioeconómico de esos cuatro territorios transmitida en directo por la televisión.
"Es necesario aprovechar al máximo los recursos de cada región", señaló, aunque el ejército ruso no controle ninguna de esos territorios en su totalidad.
También recordó la importancia de integrar "este mismo año" dichos planes de reconstrucción en los ya existentes programas nacionales de desarrollo.
Para ello, recordó que en 2023 el Kremlin ya asignó 1,2 billones de rublos (unos 14.500 millones de dólares).
Putin destacó que, pese a la guerra, en las zonas anexionadas ya se han construido 62 edificios de viviendas, restaurado otras 2.140 y 321 instalaciones sanitarias, educativas, culturales y deportivas, además de más de 3.000 kilómetros de carreteras.
También propuso simplificar el acceso de los Gobiernos de dichas regiones a la financiación estatal.
El Kremlin valoró positivamente las recientes palabras del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sobre la necesidad de negociar con Rusia un pronto fin para los combates y el visto bueno a una posible participación de Moscú en una cumbre de paz de finales de año.
Con todo, Putin mantiene que para sentarse a negociar Kiev debe replegar sus tropas de esas cuatro regiones anexionadas y renunciar a sus planes de ingresar en la OTAN.