Fundado en 1999, el G20 reúne a la mayoría de las principales economías mundiales, así como a la Unión Europea y la Unión Africana. Al principio su vocación era principalmente económica, pero cada vez más se involucró en los temas candentes de la actualidad internacional.
La cita de las grandes economías del G20 del jueves y viernes marcará una de las últimas etapas antes de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno prevista para el 18 y 19 de noviembre, también en Rio de Janeiro (sureste) .
El líder brasileño lanzará hoy la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una de las principales iniciativas de la presidencia brasileña del G20, que buscará medios financieros comunes para luchar contra el hambre y replicar iniciativas que funcionen en ámbitos locales.
Desafío es enorme
Según un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el hambre afectó en 2023 a 733 millones de personas, más de un 9% de la población mundial, debido a la persistencia de las guerras y de las dificultades económicas y el cambio climático.
“El hambre no tiene lugar en el siglo XXI. Un mundo con hambre cero (...) no sólo es necesario: con acciones financieras, es alcanzable”, afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un mensaje de video exhibido en Río durante la presentación del informe. “Podemos resolver esta crisis”, agregó.
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Erradicar la pobreza extrema y el hambre de aquí a 2030 parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por los Estados miembros de la ONU en 2015.
“La lucha contra la desigualdad, contra el hambre, contra la pobreza, no puede librarla un solo país, deben hacerlo todos los que estén dispuestos a asumir esta responsabilidad histórica”, afirmó Lula el lunes pasado a las agencias internacionales en Brasilia.
Los programas sociales de Lula ayudaron a sacar a millones de brasileños de la pobreza durante sus dos primeros mandatos (2003-2010).
Impuesto a los multimillonarios
Después de una primera reunión en Sao Paulo en febrero, los ministros de Finanzas del G20 también deben intentar avanzar en la idea de crear un impuesto para los “superricos”, otra prioridad del gobierno brasileño.
Apoyada por Francia, España, Sudáfrica, Colombia y la Unión Africana, la iniciativa pretende gravar los patrimonios más altos tomando como base el trabajo del experto en desigualdad francés Gabriel Zucman, que en junio realizó un informe a pedido de Brasil.
“Las negociaciones están yendo bastante bien”, aseguró el martes a periodistas Tatiana Rosito, secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda. Pero “tal como están las cosas, no hay consenso”, advirtió el Ministerio alemán de Finanzas.
Estados Unidos se opone a las negociaciones internacionales sobre el tema, como recordó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, durante una reunión del G7 de Finanzas en Italia en mayo. Los eventuales impuestos de este tipo “sin duda variarán bastante” de un país a otro, según un alto funcionario estadounidense.
Al frente del proyecto con Brasil, el Ministerio de Economía francés quiere creer que “se puede dar un primer paso rápidamente” sobre el intercambio de información entre países.
Los miembros del G20 también intentarán avanzar en materia de impuestos a las multinacionales, casi tres años después de la firma de un acuerdo por parte de cerca de 140 países.
Comunicados separados
Debido a las divisiones entre los países occidentales y Rusia desde el inicio de la guerra en Ucrania, a fines de febrero de 2022, la cuestión de una declaración conjunta en las reuniones del G20 se torna espinosa.
De acuerdo con Brasilia, las cuestiones geopolíticas no entrarán en el comunicado final previsto para el viernes por la noche, sino que serán mencionadas en una nota separada de la presidencia brasileña.
“La idea es que las reuniones ministeriales, de ahora en adelante, no necesariamente tengan que contener un párrafo sobre temas geopolíticos, sino que se publique por separado un comunicado de la presidencia con un texto aprobado previamente por todos los países”, explicó Mauricio Lyrio, responsable brasileño de las negociaciones del G20.
Brasil trabaja para emitir, incluso, tres declaraciones finales, con una dedicada exclusivamente a la cooperación internacional en materia tributaria, que incluiría los impuestos a las grandes fortunas, explicó de su lado Rosito.