Aunque no se han reportado nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los estudiantes, varias personas han muerto por las heridas que sufrieron durante los choques, que comenzaron la semana pasada en Bangladesh.
También se han registrado centenares de heridos y muchos de ellos quedaron total o temporalmente ciegos por heridas provocadas por los disparos de las fuerzas de seguridad para contener las protestas.
La cifra de heridos podría superar el millar. Según el diario bangladesí New Age, solo la Facultad de Medicina de Daca ha tratado a 1.551 personas heridas, la mayoría por disparos.
Las protestas estudiantiles comenzaron a principios de julio para exigir el fin de un sistema de cuotas de acceso al empleo público. Aunque inicialmente eran pacíficas, las movilizaciones ganaron en intensidad el lunes de la semana pasada cuando la primera ministra, Sheikh Hasina, rechazó sus demandas
Desde ese día, la Policía empleó armas gases lacrimógenos, granadas aturdidoras o balas de goma y perdigones para dispersar a los manifestantes, lo que desató el caos en el país.
Para contener la violencia generalizada, el Gobierno suspendió los servicios de comunicación fija y de Internet la noche del jueves y decretó un toque de queda la medianoche del pasado sábado.
Estas medidas, sumadas a una orden del Tribunal Supremo que respaldó las demandas de los estudiantes, contuvieron las protestas, y los estudiantes anunciaron una tregua de 48 horas que finaliza hoy. Sin embargo, no han anunciado sus planes para los próximos días.
Esta supuesta estabilidad llevó al Gobierno a relajar este miércoles el toque de queda, permitiendo a la población salir hasta siete horas a la calle, y a restablecer parcialmente el servicio de Internet de banda ancha.
Además, permitió la apertura de las oficinas gubernamentales y de las fábricas del sector textil de Bangladés, este último un importante motor de la economía nacional.