Fue su primera intervención pública desde haber sido víctima de un intento de asesinato el sábado durante un mitin en Butler (Pensilvania) y sus palabras coronaron la Convención Nacional Republicana, que el lunes había confirmado su nominación electoral y la de su "número dos", el senador por Ohio J.D. Vance.
Trump se presentó ante los suyos precedido de vítores y aplausos y dijo llegar con un "mensaje de confianza, fuerza y esperanza": "Me presento a presidente para todo Estados Unidos, no para la mitad, porque no hay victoria ganando solo la mitad", afirmó.
En poco más de cuatro meses, tras las elecciones del 5 de noviembre, los republicanos lograrán "una victoria increíble y comenzarán los cuatro años más grandes de la historia del país", apuntó al inicio de su intervención.
Empezará, en su opinión, una nueva etapa "de seguridad, prosperidad y libertad para los ciudadanos de todas las razas, religiones, colores y credos. (...) Como estadounidenses estamos unidos por un destino único y compartido", apuntó.
El tono de su discurso fue más pausado, suave y contenido de lo habitual, como también el silencio de quienes le escuchaban el relato de su atentado del sábado, del que el exmandatario señaló que no se pronunciará más porque es "demasiado doloroso" para él.