En una entrevista publicada este martes por Bloomberg Businessweek, Donald Trump se mostró muy crítico respecto a Taiwán, a la que acusó de “haber tomado alrededor del 100 %” de la industria de semiconductores de Estados Unidos, e insinuó que el Gobierno de Taipéi debería pagar a Washington por su defensa frente a las crecientes amenazas militares de China.
“Creo que Taiwán debería pagarnos por (su) defensa. No somos diferentes a una compañía de seguros. Taiwán no nos da nada. Taiwán está a 9.500 millas de distancia. Está a 68 millas de China. Una ligera ventaja, y China es una masa de tierra enorme, podrían simplemente bombardearla (...). Ahora no quieren hacer eso porque no quieren perder todas esas plantas de chips”, aseguró el candidato republicano a la Casa Blanca.
En una conferencia de prensa, el primer ministro taiwanés manifestó que el Gobierno isleño había “tomado nota” de las declaraciones de Trump, y subrayó que Taiwán y Estados Unidos gozan de una “buena relación”, pese a la ausencia de lazos diplomáticos entre ambas partes desde 1979.
“Taiwán está dispuesta a asumir más responsabilidad para defenderse”, aseguró Cho Jung-tai, quien recordó que Taiwán ha aumentado gradualmente su gasto en defensa en los últimos años, restableciendo el servicio militar obligatorio de un año y fortaleciendo la "resiliencia" social.
"Creo que mientras sigamos demostrando (estos esfuerzos), recibiremos el apoyo de más países", apuntó el primer ministro.
Si bien no existen relaciones diplomáticas oficiales entre Taiwán y Estados Unidos, el país norteamericano es el principal suministrador de armas a la isla y podría defenderla en caso de conflicto con China, en lo que se ha conocido tradicionalmente como “ambigüedad estratégica”.
Con todo, no existe un tratado de defensa formal entre ambas partes, por lo que la decisión de defender Taiwán queda en manos del Gobierno estadounidense de turno: si bien el actual mandatario y posible candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, manifestó en varias ocasiones su disposición a defender la isla, la posición de Trump al respecto es mucho más ambigua.
El Gobierno taiwanés, liderado por el soberanista Partido Democrático Progresista (PDP) desde 2016, ha tratado de mejorar sus capacidades defensivas en los últimos años ante las crecientes amenazas de China, elevando su presupuesto de defensa hasta un récord de 600.700 millones de dólares taiwaneses (18.457 millones de dólares) este año.
Una parte importante de ese presupuesto está dirigido a la adquisición de armamento estadounidense, pese a las demoras en los envíos: el valor de los paquetes de armas que todavía no han llegado a Taiwán asciende a unos 20.500 millones de dólares, incluyendo 66 cazas F-16, 108 tanques Abrams y 100 sistemas de misiles costeros Harpoon, todos ellos vendidos durante la Administración de Donald Trump.