Una fuente de seguridad iraquí dijo a EFE en condición de anonimato que los dos drones tuvieron como objetivo esta importante base, ubicada en la localidad de Al Bagdadi de la gobernación occidental de Al Anbar, pero estos "fueron derribados en las proximidades" de la instalación.
Asimismo, indicó que la acción no dejó heridos ni provocó daños materiales, al tiempo que añadió que las fuerzas estadounidenses apostadas en Ain al Asad "hicieron sonar las sirenas por el ataque" y sus helicópteros "sobrevolaron la base y sus alrededores" para identificar el origen del lanzamiento.
Hasta el momento, la coalición internacional antiyihadista liderada por Washington no se ha pronunciado sobre el ataque, que tampoco ha sido reivindicado por ningún grupo.
Desde el estallido de la guerra en la Franja de Gaza, la amalgama de milicias proiraníes Resistencia Islámica en Irak se ha atribuido más de un centenar de ataques contra instalaciones con presencia estadounidense en territorio iraquí y en Siria, donde sus acciones han dejado heridos e incluso muertos.
Sin embargo, sus ataques cesaron después de que a finales de enero un dron matara a tres soldados estadounidenses en la frontera entre Jordania y Siria, una acción que elevó la tensión entre estas milicias y Washington, cuyas fuerzas realizaron bombardeos de represalia en Irak contra posiciones de algunos de estos grupos armados.
Esta escalada también llevó a que el Gobierno iraquí pidiera la retirada de las tropas extranjeras del país, alegando que desestabilizan Irak y que ya no son necesarias dado que el Ejército del país puede hacer frente en solitario a las amenazas del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El ataque contra Ain al Asad tiene lugar apenas unos días antes de la visita de una delegación iraquí a Washington para discutir el cronograma de salida de las tropas extranjeras establecidas en el país desde 2014 para hacer frente al EI, un proceso que lleva ya varios meses en marcha.