“Hamás está bajo presión. Sufre una presión constante porque le estamos haciendo daño, eliminamos a sus altos comandantes y miles de sus terroristas. Es exactamente el momento de aumentar aún más la presión”, declaró Netanyahu durante una ceremonia oficial en el monte Herzl, en Jerusalén.
Benjamin Netanyahu siempre ha afirmado que continuará con la guerra hasta destruir a Hamás, considerada una organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la UE, y conseguir la liberación de todos los rehenes.
Lea más: Secretario británico de Exteriores en Israel: la pérdida de vidas en Gaza es "intolerable"
El ejército israelí afirmó que sus aviones bombardearon “aproximadamente 40 objetivos terroristas” en Gaza, incluyendo “puestos de francotiradores, puestos de observación, estructuras militares de Hamás, infraestructura terrorista y edificios cargados de explosivos”.
El conflicto estalló cuando comandos islamistas mataron en octubre a 1.195 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento basado en datos oficiales israelíes. El ejército israelí estima que 116 personas permanecen cautivas en Gaza, 42 de las cuales habrían muerto. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya mató a 38.713 personas en Gaza, también civiles en su mayor parte, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.