"Sí, recibo menos de los que solicité, lo que me resulta molesto", dijo, porque eso significa que no puede poner en marcha ciertas cosas con la rapidez que exige la "Zeitenwende" -el cambio de era desencadenado por la guerra de agresión rusa a Ucrania- y la situación de amenaza, afirmó.
En declaraciones a su llegada a Fairbanks, Alaska, donde asiste a los maniobras Arctic Defender, donde Alemania lidera por primera vez un ejercicio aéreo internacional en suelo estadounidense, agregó que habrá que ver qué ocurre en las próximas semanas y meses, y que tendrá que adaptarse y tratar de sacar lo mejor con lo que hay.
Señaló que independientemente de la situación, este cambio de rumbo no se estancará ya que la financiación a largo plazo establece que una vez agotado el fondo especial de 100.000 millones de euros para dotar y modernizar las fuerzas armadas alemanas, Defensa contará con un presupuesto de 80.000 millones a partir de 2028, "más que nunca en la historia de Alemania", subrayó.
Respecto a cómo se financiará, eso tendrá que decidirse en los próximos años, en el próximo parlamento, dijo.
"Para mí, lo decisivo es poder planificar con esta cifra", afirmó, y aseguró que seguirá adelante con los proyectos para la Bundeswehr, las Fuerzas Armadas, "porque ahora es importante no perder más tiempo".