El político, de 67 años, dirigió el Instituto Tunecino de Estudios Estratégicos (ITES), un laboratorio de ideas ligado a la Presidencia de la República y creado en la década de los noventa con el fin de dotar al país de una visión estratégica.
Hasta 2019 fue uno de los líderes del partido secular Nidaa Tounes, que gobernó durante un lustro en coalición con el islamista Ennahda, del que dimitió para fundar su propia formación, Coalición Nacional.
En las últimas presidenciales de ese mismo año, Jalloul obtuvo en la primera vuelta un 0,2% de los votos como candidato independiente, quedando en el puesto 21 de un total de 26 aspirantes.
Otras figuras que han anunciado su intención de concurrir en los comicios como Mondher Znaidi, Lotfi Mraihi, Safi Said, Nizar Chaari y Abdellatif Mekki se enfrentan a diferentes procesos judiciales por sospecha de fraude y lavado de dinero entre otros.
La instancia electoral, cuya directiva fue nombrada por Said y que deberá aprobar las candidaturas, asegura que los aspirantes, incluidos los que se encuentran en prisión, podrán presentarse a falta de una sentencia definitiva.
El plazo de inscripción será del 29 de julio al 6 de agosto y deberán cumplir los siguientes criterios: ser de confesión musulmana, poseer exclusivamente la nacionalidad tunecina, tener padres y abuelos tunecinos, haber cumplido al menos 40 años y no haber sido condenado por delitos electorales como financiación extranjera o compra de votos.
Elegido en 2019 con el 70% de los votos, Said se presentó como un candidato independiente y ajeno a la élite política y económica a la que acusa de "secuestrar" el proceso revolucionario iniciado en 2011 y que puso fin a dos décadas de dictadura de Zine El Abidine Ben Ali.
La principal alianza opositora, el Frente de Salvación Nacional, ha anunciado que boicoteará el sufragio ante la falta de garantías para unas elecciones libres como ya ha hecho en procesos anteriores- legislativas y referendo constitucional- que registraron una abstención récord.
Mientras, una veintena de políticos y empresarios se encuentran en prisión provisional desde hace más de un año por un supuesto caso de "complot contra la seguridad del Estado" pese a que la Justicia limita esta medida a un máximo de 14 meses.
Dos de los detenidos han anunciado su candidatura, entre ellos la líder del Partido Desturiano Libre (PDL), Abir Moussi, que encabezaba las encuestas en intención de voto y acusa al régimen de tratar de excluirla de la carrera presidencial.