Esta cifra representa el mayor número de refugiados malienses en África occidental, precisa el PMA en la nota.
El aumento de esta cifra se debe a la intensificación de la violencia causada por el conflicto en el vecino Mali, explica.
Establecido cerca de la ciudad mauritana de Basiknou, el campamento de M'berra fue creado para acoger a las oleadas de malienses que huyen de la guerra civil y la creciente inseguridad en su país desde 2012.
Sus habitantes reciben asistencia esencial del PAM, que recopila ayuda proporcionada por países y organizaciones benéficas de todo el mundo.
En su nota mensual, el Programa Mundial de Alimentos dice esperar, a finales de septiembre próximo, un déficit en la financiación de la ayuda alimentaria general proporcionada a los refugiados mediante transferencias de dinero.
Este déficit llevará a la suspensión de la ayuda monetaria a los refugiados vulnerables, advierte, haciendo una llamada a proporcionar recursos adicionales.
El PMA señala que el déficit en cuestión se estima en 15,1 millones de dólares estadounidenses. También informa de otro déficit de 4,6 millones de dólares en el paquete integrado de construcción de capacidad de resiliencia para el segundo semestre de 2024.
Mali, ubicado en la inestable región del Sahel, está gobernado por una junta militar golpista desde 2020 y es escenario de ataques terroristas continuos perpetrados por el Estado Islámico (EI) y la filial local de Al Qaeda, denominada el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GAIM).
En los últimos meses, reacciones imprecisas e indiscriminadas del Ejército maliense, apoyado por los mercenarios del grupo ruso Wagner, han provocado además masacres en las filas de civiles denunciadas por la ONU.
Según la plataforma 'Armed Conflict Location And Event Data Project' (ACLED), que supervisa la violencia en el mundo, entre mayo de 2023 y el mismo mes de este año murieron 4.394 personas en Mali en episodios violentos protagonizados por grupos no estatales y otras 2.277 a manos de fuerzas estatales.