"Lo consideramos injusto y no estamos planeando pagar esta multa. En su lugar, se nos deberían reembolsar las costas (judiciales) por proteger nuestras fronteras contra los inmigrantes ilegales", dijo Rétvári en un encuentro de periodistas por el inicio de la presidencia semestral húngara del Consejo de la Unión Europea.
A mediados de junio, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenó a Hungría a pagar 200 millones de euros y a una multa coercitiva de un millón de euros por cada día que no cambie su legislación tras haber ignorado una condena anterior por violar el derecho comunitario sobre protección de inmigrantes.
Según el Tribunal, Hungría no ejecutó deliberadamente una sentencia de diciembre de 2020 sobre protección internacional de migrantes.
La sentencia se refiere a las limitaciones del acceso a los procedimientos de protección internacional con la creación de zonas de tránsito, ya clausuradas, que estaban situadas cerca de la frontera entre Hungría y Serbia, donde los solicitantes debían esperar el fin de sus casos.
Hungría también aplica "devoluciones en caliente" hacia terceros países, principalmente Serbia, una práctica criticada tanto por la UE como por ONG humanitarias.
El asunto de la multa impuesta por el tribunal con sede en Luxemburgo se debatirá próximamente en reuniones gubernamentales para encontrar una solución, añadió.
El viceministro defendió que Hungría cumple las convenciones internacionales sobre migración porque, dijo, da protección a quienes lleguen huyendo de la guerra; al mismo tiempo, dijo que quienes vienen "del sur" no escapan el conflicto sino que buscan "una vida mejor", por lo que Hungría no tiene ninguna obligación internacional hacia ellos.
En el encuentro con los periodistas, el político húngaro proyectó un vídeo con música típica de una película de acción con imágenes en las que se veía a personas atacando puestos fronterizos, que a su juicio ejemplifican por qué Hungría tiene que "retomar el control" sobre la migración.